35 años tras su estreno, el vestuario de ‘Pretty Woman’ no pasa de moda

Julia Roberts y Richard Gere en 'Pretty Woman'.

‘Pretty Woman’ cumple 35 años, la película en la que Julia Roberts salió convertida en estrella del brazo de Richard Gere, cargada de bolsas con una ropa que no ha pasado de moda, pero cuya historia queda muy alejada del realismo y la crudeza de la cinta ‘Anora’, su ‘equivalente’ del siglo XXI.

«Es difícil que una película envejezca bien si se sigue la moda del momento y este no ha sido el caso», explica sobre ‘Pretty Woman’ Cristina Rodríguez, diseñadora española de vestuario de series como ‘Élite’ y películas como ‘Explota Explota’ o ‘Malnazidos’, por las que fue nominada a varios premios Goya del cine español

Los diseños de ‘Pretty Woman’ son atemporales porque la diseñadora de vestuario, Marilyn Vance, hizo un trabajo «espléndido, utilizando elementos estéticos no solo de los noventa, y eso hace que parezca que se rodó ayer», continúa Rodríguez en declaraciones a EFE.

Casi todo el vestuario fue confeccionado para la actriz porque, al tratar sobre una prostituta, las firmas no querían hacer cesiones. «Gere era una estrella, pero ella no era aún muy conocida».

Rodríguez recuerda que el vestido minifaldero blanco y azul de la primera secuencia y del cartel de la película, con altísimas botas de charol y gorra de ferroviario, fue un diseño confeccionado para la actriz «porque no daban con el adecuado».

En él se mezclaron sus dos mundos, «el más callejero y el naif», motivo por el que no se utilizaron colores muy llamativos, aunque la silueta sí lo fuera; un dos piezas que une con una arandela la parte superior a la falda, con laterales abiertos, como muchos de los diseños que pueden verse en la actualidad en las pasarelas o las calles de cualquier ciudad.

«Entonces no era tendencia» argumenta la creadora de vestuario española, que pone los ojos sobre otro vestido fetiche, el marrón chocolate con topos blancos y el canotier de Vivien Ward con el que acude a la hípica, del que se han hecho muchas copias. Incluso, confiesa que ella se inspiró en él para el vestuario de ‘Élite’.

«Está absolutamente vigente. Tiene una silueta clásica años cincuenta muy ponible para todas, para aquellas con cadera ancha y también atractiva para las más delgadas», describe Rodríguez, que destaca que el marrón es un tono que no fotografía muy bien pero, al ir aderezado con un topo blanco, «todo cambia».

Si a eso le añadimos el canotier y los guantes, le dan el toque «perfecto» para ir a las carreras», una referencia -confirma- «muy de (las carreras) de Ascot», en el Reino Unido.

Todas las prendas, de una manera o de otra, tienen su ‘revival’. Es el caso de las chaquetas XXL con hombreras que luce en conjunto con bermudas o la roja con solapas del inicio de la película.

El vestido rojo con el que Roberts va a la ópera fue -cuenta Cristina Rodríguez- otra de las apuestas de Marilyn Vance, pues el director pidió que fuera negro.

«El negro es un clásico de la elegancia, pero Vance lo diseñó en rojo, y cuando lo vieron no hubo duda de que ese era el tono. Es un vestido increíble, maravilloso», y se pregunta si, finalmente, hubiera sido negro, ¿sería igual de icónico?

Rodríguez advierte de que «el cine está por delante de la moda, la moda copia al cine».

El vestuario de Gere

Asegura que el vestuario de Richard Gere también es muy interesante: «El quería algo relajado, que no fuese constreñido». Algunos de los trajes se confeccionaron para él y otros fueron una cesión de Armani; con el gris como tono principal y corbatas de Hermès, discretas. Eso le permitía diferenciarse y tener una imagen «elegante y carismática».

La cinta independiente ‘Anora’, de Sean Baker, con su protagonista ‘Ani’, podría ser el equivalente a ‘Pretty Woman’ en el siglo XXI, pero con una versión cruda y realista de la historia.

Su vestuario atrevido, con un conjunto de pantalones de encaje que dejan ver la ropa interior, tops lenceros y un vestido de lentejuelas rojo -también- ideal para una noche de discoteca, crea la imagen de su protagonista, una trabajadora sexual que se casa impulsivamente con un joven oligarca ruso.

La pregunta ahora es si la colección de diseños de esta película, la gran ganadora de los últimos Óscar, resistirá el paso del tiempo. EFE (I)

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