
Tras las mesas de diálogo instaladas entre el Gobierno y la dirigencia indígena de Otavalo, ambas partes confirmaron el fin del paro que tenía sitiada a la provincia de Imbabura. El compromiso es ya empezar a habilitar las vías.
«Le hemos dicho claramente al Gobierno que no somos terroristas, como nos han considerado, tampoco estamos financiados por organismos de afuera, nosotros estamos en nuestras comunidades con nuestros propios alimentos», aseguró Manuel Catucuago, uno de los dirigentes.
Los cinco puntos que exige la Conaie al Gobierno son:
- La derogatoria del decreto que eliminó el subsidio o la otra alternativa podría ser el congelamiento del precio de ese combustible.
- Liberación de detenidos y que aquellos que están en otras provincias regresen a Imbabura hoy.
- Esclarecimiento de las muertes de Efraín Fuerez y José Guamán, dos manifestantes que fallecieron tras enfrentamientos con fuerzas del orden.
- Archivar las investigaciones en contra de líderes indígenas, que fueron notificados por la Fiscalía.
- Establecer mesas técnicas en los territorios para solucionar las problemáticas que los indígenas viven diariamente: falta de agua, mejorar carreteras y mejorar necesidades básicas como la salud y educación.
Martha Túquerres, presidenta de la Unorcac, aseguró que también es necesario unas disculpas a todo el pueblo indígena y recalcó:
“No somos terroristas, no somos vagos, no somos secuestradores, somos un pueblo unido que siempre ha luchado por nuestros derechos”, dijo Tuquerres.
Los dirigentes aclararon que esto es solo el inicio del diálogo y que si el Gobierno no cumple con los acuerdos, volverán a salir a las calles. También, anticipó que su organización realizará campaña por el NO para la Asamblea Constituyente.
Mientras tanto, Mecías Flores, presidente de la FICI, ratificó: «Hoy vamos a retirarnos a nuestros territorios y nos declaramos en asambleas permanentes». (I)