Más afiliados, mismos errores: la trampa estructural del IESS

Carlos Cobo Marengo

Guayaquil, Ecuador

Luego de ya varios años seguimos hablando de cuáles deberían ser las reformas legales que permitan darle sostenibilidad al sistema de pensiones del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, el presidente Daniel Noboa dijo que el gobierno apunta a dos estrategias, mejorar las inversiones que realiza el IESS, mismas que en la actualidad considera que la institución no maneja con eficiencia y aumentar el número de afiliados a través de la generación de empleo.

El problema es que estas siguen siendo las mismas medidas parche de siempre, que no solucionan el problema de fondo, que es el modelo Ponzi destinado al fracaso, ya que no hay suficientes nuevos aportantes, las pensiones son más altas que los aportes y el Estado debe cubrir el déficit con deuda e impuestos. Cualquier medida que se tome sin cambiar el sistema piramidal solo servirá como alivio temporal.

En el esquema actual el dinero que reciben los jubilados cada mes se paga con el dinero de los trabajadores actuales, este sistema solo funciona mientras sigan entrando nuevos cotizantes; cuando la población envejece o el empleo formal disminuye, el modelo deja de ser sostenible pues no hay suficiente dinero para pagar las pensiones.

Lo que realmente puede resolver el problema es pasar a un modelo de capitalización individual, en el cual cada trabajador ahorra para su propia jubilación a través de cuentas individuales, es decir que no se usen los aportes de los trabajadores actuales para pagar las pensiones de los jubilados.

Cada afiliado acumula su propio fondo que se invierte a lo largo del tiempo y su pensión futura dependerá de su propio ahorro y los rendimientos obtenidos, este sistema aplicado en países como Chile, Perú, Colombia y México, es sostenible en el tiempo y no depende del envejecimiento de la población para funcionar eficientemente.

Resulta también mucho más transparente porque el dinero es del afiliado y sabe exactamente cuánto aporta y puede decidir en donde invertir su dinero, fomentando de esta forma el ahorro y la inversión nacional. Lo que posteriormente también inventiva la formalidad laboral.

Aunque se suele mencionar que quienes tienen trabajos más irregulares e ingresos más bajos recibirán bajas pensiones o incluso nulas si no alcanzan un mínimo de aportaciones, los países que han aplicado este sistema también han incluido un pilar solidario o fondo común, que es un pequeño porcentaje de las aportaciones que va a un fondo común para ser redistribuido a quienes no alcanzan una pensión mínima.

El verdadero acto de responsabilidad política sería tener el valor de cambiar de modelo, no remendar el mismo error. Es necesario un cambio estructural que premie el esfuerzo, fomente verdaderamente el ahorro y garantice las pensiones a través del tiempo.

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