Las Fuerzas Armadas de Ecuador destruyeron este jueves 21.200 armas, municiones y accesorios incautados en su mayoría a grupos criminales durante operativos especiales realizados en el transcurso del segundo semestre de 2025, en el marco del «conflicto armado interno« declarado por el presidente Daniel Noboa en enero de 2024.
La operación se llevó a cabo en los hornos de una empresa de acero ubicada en el sur de la ciudad de Guayaquil, la más poblada del país y epicentro de la violencia criminal, donde se destruyeron 1.642 armas de fuego letales, 117 armas no letales, 18.602 municiones letales, 429 municiones no letales y 410 accesorios.
El contralmirante Marco Rocafuerte, director de Logística del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, explicó a medios locales que el 70 % de las armas fueron decomisadas en operativos conjuntos de las fuerzas militares y policiales a grupos criminales como Los Choneros, los Chone Killers, o Los Lobos. El resto eran de personas que no tenían los permisos correspondientes.
Si bien reformas legales establecidas tras el referéndum de 2024 permiten a las fuerzas de seguridad equiparse con el armamento incautado a las bandas criminales, estas unidades han sido desestimadas por considerarse que no eran útiles para la formación policial ni militar.
Conflicto armado interno
«Aquellas armas que cumplen ciertas características que puedan ser usadas por Fuerzas Armadas o la Policía pasan un proceso de registro en activos fijos, de pruebas. Posteriormente, el Comando Conjunto las distribuye a los equipos especiales en donde haya la necesidad de usar esas armas. El resto son destruidas», señaló Rocafuerte.
Las armas y municiones fundidas este jueves superan a las más de 6.800 que se destruyeron en el primer semestre de 2025.
Los grupos armados a los que se les decomisó estas armas pasaron a ser denominados como «terroristas» en el marco del «conflicto armado interno» declarado por Noboa en 2024 para intensificar la lucha contra el crimen organizado y bajar los niveles de violencia que han llevado al país a situarse a la cabeza del índice de homicidios en la región.
A pesar de ello, el primer semestre de 2025 fue el más violento de la historia del país, al registrar 4.619 homicidios, un 47 % más que el mismo periodo de 2024, cuando se contabilizaron 3.143. EFE

