El detalle matemático de la ruleta que puede cambiar drásticamente tu resultado

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La ruleta es el ícono del casino; literalmente no podemos pensar en estos lugares sin imaginarnos a una ruleta girando. Probablemente esta asociación tan inmediata se deba a las películas de Hollywood, pero lo cierto es que está muy presente en la imaginación popular. Pero la ruleta, además de ser un símbolo de riqueza y glamour, también es un símbolo de riesgo.

Detrás de esa apariencia que conocemos se esconden la mano de culturas distintas, detalles matemáticos no accidentales que hablan de filosofías de juego distintas.

Todos los tipos de ruleta comparten la misma mecánica, pero el número de ceros en ella lo cambia todo. Este diminuto detalle es el que marca las tres variantes principales del juego: la americana, la europea y la francesa.

La ruleta americana, la rueda del nuevo mundo

La forma de ruleta que se estableció en los casinos de Las Vegas y América tiene un segundo número, el doble cero (00), que se añade al cero (0). Esto hace que el número total de casillas en la rueda sea 38. 

Este diseño se hizo popular por generar un juego de ritmo vertiginoso y apuestas sencillas. Es la que el público identifica más con la energía y el show de los megaresorts del Strip. Sin embargo, lo importante aquí es que este leve añadido duplica la ventaja de la casa, ya que al haber 38 casillas, pero pagando los premios como si solo hubiera 37, las probabilidades son más desafiantes para el jugador.

La ruleta europea, el clásico de Montecarlo

La ruleta europea es la ruleta clásica, y su principal diferencia, y la más importante, es que tiene una sola casilla verde gobernada por el cero (0), para un total de 37 números. 

Esta disposición, nacida en Europa a mediados del siglo XIX y que ha sido heredada como si se tratara de una leyenda, ofrece unas matemáticas distintas y más favorables para el jugador. Esta versión tiene solo 37 casillas, incluyendo un único cero; la ventaja de la casa se reduce casi a la mitad en comparación con la americana. 

Esta elegancia y equilibrio la han convertido en la más popular en todo el mundo y en la base de la mayoría de los juegos de ruleta online que intentan recrear la experiencia de casino clásico.

La ruleta francesa, un diseño con historia

La ruleta francesa es la madre de la europea y, si bien ambas tienen la rueda de un solo cero, su verdadera diferencia no está allí, sino en el tapete de apuestas. 

Es una adaptación que mantiene la elegancia y el vocabulario de sus inicios, pues las apuestas externas (rojo/negro, par/impar…) se suelen colocar a ambos lados de la mesa, e incluso suelen mantener sus nombres históricos en francés. 

Los jugadores apuestan a Passe (19-36), Manque (1-18), Pair (Par) e Impair (Impar). Si bien es un cambio estético, esta versión esconde la mayor ventaja para el jugador porque esconde reglas como La Partage o En Prison. 

Estas reglas, que aplican a las apuestas 1 a 1 (como Rojo/Negro), señalan que si la bola cae en el cero, el jugador no perderá toda su apuesta, sino que recupera la mitad o la deja en prisión para el siguiente giro. Esto quiere decir que la ventaja de la casa se reduce aún más, convirtiéndola matemáticamente en la variante más beneficiosa de todas.

¿Cómo se adapta la tradición al mundo real?

Si bien estas formas surgieron en casinos físicos de eras muy distintas, la tecnología actual ha hecho posible que todas existan y estén disponibles para el mundo entero.

Todo en el diseño de un juego, desde la elaboración del tapete hasta los colores, es una evolución de años de diseño en el mundo del juego. Los desarrolladores de videojuegos se han esforzado por mantener la sensación y el aspecto característicos de cada versión, por el hecho de que los jugadores buscan recrear de forma fiel la experiencia del juego desde cualquier lugar.

Sin lugar a dudas, ha sido esta adaptación de los formatos tradicionales a las nuevas tecnologías lo que ha mantenido viva la historia de la ruleta.

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