El Museo del Louvre de París, el más visitado del mundo con casi 9 millones de visitantes al año, decidió abrir este miércoles de manera parcial, a pesar de la decisión de sus trabajadores de continuar con la huelga que iniciaron el lunes, cuando la institución permaneció completamente cerrada.
Portavoces del museo confirmaron a EFE que el recinto está abierto desde las 11.30 hora local y detallaron que solo estarán disponibles las salas con las obras más célebres, como la de la Mona Lisa y la Venus de Milo.
El paro de este miércoles, aprobado por unos 300 trabajadores del Louvre, no ha impedido el cierre de la institución por segundo día consecutivo (el martes no abre al público por ser el día semanal de descanso).
Se estima que el cierre de una jornada en el Louvre implica unas pérdidas de ingresos de unos 400.000 euros.
Una medida que, antes de conocerse la apertura parcial, ya había sido criticada por los sindicatos. «Habrá que ver hasta qué punto se arriesgan a abrir cuando no todos los trabajadores están en sus puestos. Habría un riesgo de seguridad», estimó en declaraciones a la prensa un portavoz de los trabajadores.
Los representantes de los empleados movilizados han pedido a la ministra de la Cultura, Rachida Dati, que renuncie a los recortes presupuestarios y exigen que ese dinero se dedique al mantenimiento del museo y no a la prevista renovación del inmenso edificio, que a su juicio no mejorará las condiciones generales del establecimiento.
Según los representantes de los trabajadores, Dati, que recibió hace unos días a los sindicatos, no ha hecho las concesiones suficientes.
«Hoy debemos de reunirnos con la autoridad ministerial. Ha habido proposiciones, pero están lejos de satisfacer al personal, por eso seguimos en huelga», anotó un portavoz, quien demandó «aumentos perennes» en los salarios.
Los sindicatos tienen en su punto de mira a la actual directora, Laurence des Cars, a quien acusan de priorizar los grandes fastos en lugar de afrontar la necesaria rehabilitación del museo.
Precisamente, Des Cars se enfrenta a una nueva comisión parlamentaria este mismo miércoles por la tarde, en la Comisión de Asuntos Culturales de la Asamblea Nacional francesa.
Los representantes de los empleados del Louvre aseguraron que el apoyo del paro se basó más este miércoles en «las condiciones de trabajo y de visita» que en las remuneraciones.
Tras haber acusado a De Cars de ignorarlos, los sindicatos fueron finalmente recibidos este mismo miércoles por la responsable del museo, según informó a EFE Valérie Baud, representante sindical de la central CFDT, la que cuenta con más afiliados en Francia.
A pesar de la reunión, Baud consideró que hay «un problema de diálogo social» con la dirección del Louvre y contó que De Cars imputó la decisión final sobre las reivindicaciones laborales al Ministerio de la Cultura.
«La vemos realmente muy poco, por ejemplo, siempre delega para las reuniones sobre la salud laboral», criticó la sindicalista.
El Louvre está en el ojo del huracán desde el robo sufrido el pasado 19 de octubre en la Galería Apolo, de la que cuatro ladrones se llevaron una serie de joyas de la corona francesa con un valor patrimonial inestimable y pecuniario evaluado en 88 millones de euros. EFE (I)
