El posmodernismo es el tema de una exposición en Londres

 

El Victoria and Albert Museum de Londres abre la exposición Posmodernismo: Estilo y subversión 1970-1990 que revisa un fenómeno que inició como una provocación arquitectónica y se extendió al arte, el cine, la literatura, la moda y el diseño.

Según diario 20 minutos los creadores modernistas veían el estilo como una consecuencia secundaria de sus visiones utópicas: para el postmodernismo el estilo lo era todo. Los posmodernos retaron al modernismo, sencillo y puro. La exuberancia, el color, los patrones atrevidos y el atractivo de lo superficial convirtieron al Postmodernismo en un movimiento abanderado de la libertad en el diseño.

Entre los 250 objetos hay obras excesivas y radicales de los estudios italianos Memphis Group y Studio Alchimia, dos colectivos que unían a arquitectos y diseñadores admiradores de la copia falsa y del pastiche. En sus manos, los muebles y los objetos cotidianos se transformaban en una locura vanguardista de los años setenta y ochenta. La muestra detalla también las innovaciones arquitectónicas del movimiento, que empleaba un lenguaje crítico mezclando referencias a la alta cultura y a lo popular.

Androginia, asexualidad y cultura de club

La música, la moda, la performance y la cultura de club se unen en el museo Victoria and Albert en una sección saturada de instalaciones audiovisuales con fotografías de Guy Bourdin y Helmut Newton, trajes de Annie Lennox y Devo, giradiscos del pionero del hip-hop Grandmaster Flash… Personajes como Grace Jones o Leigh Bowery dan pie a analizar a los artistas que jugaron a la androginia y a la asexualidad en escena.

El material gráfico de la exposición reune la creaciones del innovador diseñador gráfico Neville Brody y de Peter Saville (autor de las portadas de los discos de Joy Division y New Order, cuadros de Robert Rauschenberg y Andy Warhol.

La escultura que el artista Jeff Koons hizo de Luis XIV, fragmentos de películas del director inglés Derek Jarman y vídeos musicales de New Order completan este recorrido por el Postmodernismo: un producto de la cultura de la comodidad, la fascinación por el exceso y la grosería poderosa del dinero.

A finales de los años ochenta muchos comenzaron a descreer del Postmodernismo sin saber con exactitud cómo reemplazarlo. La muestra concluye con el reflejo de esta incertidumbre en el diseño y el arte, que hacen reflexionar al espectador sobre la influencia de este movimiento caprichoso en la estética actual.

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