El arte africano se cotiza en Nairobi

NAIROBI (KENIA), 04/11/2014.- Detalle de la obra "Mujeres", de Geoffrey Mukasa, una de las obras de 51 artistas de África Oriental que han sido vendidas por unos 200.000 dólares en la segunda edición de la única subasta de arte africano contemporáneo que se celebra en Kenia. EFE/Alicia Alamillos

Nairobi, 4 nov (EFE).- Obras de 51 artistas de África Oriental han sido vendidas por unos 200.000 dólares en la segunda edición de la única subasta de arte africano contemporáneo que se celebra en Kenia, con la que los artistas buscan dar visibilidad internacional a sus obras.

La obra más codiciada fue «Mujeres», del artista ugandés Geoffrey Mukasa, en la que sus féminas desnudas de grandes ojos y estilo «picassiano» se vendieron por unos 17.500 dólares.

Esta subasta, celebrada anoche en Nairobi, es «una plataforma diferente» para que el público pueda adquirir obras artísticas, «más allá de comprarlas en exhibiciones o directamente al artista», explica a Efe Danda Jaroljmek, organizadora del evento.

Tras el éxito de la primera edición celebrada el pasado año, esta subasta se está convirtiendo en una cita de referencia para la compra-venta de arte contemporáneo en África Oriental.

Con obras principalmente de artistas kenianos, aunque también los hay de Uganda, Tanzania o Sudán, la puja atrae a compradores interesado en ver «que está pasando» en el arte de África Oriental.

Esta región, a diferencia de África Occidental, ha quedado un tanto olvidada en el panorama artístico, una tendencia que tanto artistas como coleccionistas de arte intentan revertir en la actualidad.

La artista española María Eugenia López, que reside en Nairobi, comenta a Efe que el problema de los artistas kenianos es la falta de visibilidad, tanto a nivel local como internacional.

«Hay artistas que llevan creando muchos años y que les ha faltado la oportunidad de darse a conocer», lamenta.

«El artista suele ser una persona solitaria, que pasa muchas horas en su trabajo, en su estudio… y en el contexto keniano es bastante difícil darse a conocer», añade.

Uno de los artistas más reputados del país, el keniano Denis Muraguri, también estuvo presente en esta puja con su obra inspirada en las furgonetas de transporte público, conocidas popularmente como «matatus», que según él son un medio de expresión de la sociedad.

Para este artista, esta subasta y las que la seguirán permiten que «se hable de la escena artística», algo que «hará cambiar las cosas».

Además, a su juicio, las subastas «son útiles» porque le dan valor económico al arte: «Si la obra se vende bien, es buena, es valiosa».

Así, esta segunda edición de venta de arte africano fue todo un éxito para los organizadores, ya que más de trescientos asistentes disfrutaron, entre champán y obras de arte, del proceso de estar en una subasta, como un modo «excitante» de adquirir arte.

La subasta permaneció cerrada al público para preservar el anonimato de los que pujaron, pero según explica Jaroljmek, han sido en su mayoría compradores locales.

Esto supone un cambio, explica, ya que hasta hace apenas unos años la mayor parte del mercado del arte estaba centrado en la comunidad expatriada y europea del país.

No obstante, lamenta Jaroljmek, el público todavía conoce «muy poco» del arte de África Oriental, especialmente el público internacional. Es por eso que la subasta ofrece a esos compradores «la excitación de la sorpresa, de los nuevos descubrimientos».

Poco a poco y con eventos como este, el arte contemporáneo de Tanzania, Uganda y Kenia está logrando más reconocimiento, aunque todavía queda camino por recorrer para encontrar «más visibilidad, que es lo que se necesita desesperadamente», señala Jaroljmek.

Según explica, en Kenia faltan buenas galerías, espacios para exponer el arte, por lo que muchos artistas emergentes se ven obligados a mostrar su trabajo en restaurantes o vestíbulos de centros comerciales.

«Necesitamos más oportunidades para mostrar a los artistas locales internacionalmente», admite Jaroljmek. «Pero, las cosas están pasando, y están pasando rápido: El mundo está pendiente de ver qué pasa en la escena africana». EFE

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