«Las elegidas», una historia a contracorriente del mexicano Jorge Volpi

CIUDAD DE MÉXICO (MÉXICO), 21/09/2015.- El escritor mexicano Jorge Volpi habla hoy, lunes 21 de septiembre de 2015, durante una entrevista para la agencia Efe en Ciudad de México. Volpi aseguró hoy que con el fallecimiento de la agente literaria Carmen Balcells ha dejado de existir una mujer capital para el desarrollo de la literatura en idioma español. "Fue una mujer capital para el desarrollo de la literatura en español por su visión de cómo volverla internacional, fue una de las actores imprescindibles para que el "boom" tuviera la resonancia que tuvo, una mujer admirable", dijo. EFE/Sáshenka Gutiérrez

México, (EFE).- En tiempos en los que el morbo vende bien, el autor mexicano Jorge Volpi ha ido a contracorriente al escribir sobre el crudo tema de la trata de mujeres con la elegancia de los versos, lo cual ha dado lugar a «Las elegidas», una novela que denuncia sin pasar el linde del escándalo.

«Es un tema sumamente fuerte, terrible, el tráfico de mujeres y la prostitución infantil; queríamos contar esta historia, pero no desde un punto de vista morboso ni amarillista, sino tratando de ser fieles a lo que ocurrió, no buscando el escándalo», asegura en entrevista a Efe el narrador de 47 años.

La obra del sello editorial Alfaguara cuenta en 147 páginas la historia del Chino y parte de su familia, y recrea un mundo de padrotes (proxenetas) y polleros (traficantes de indocumentados) que ofrecen mujeres sin defensa en los campos de fresa.

Sin escenas explícitas de sexo, Volpi denuncia con energía pero sin aspavientos y parte de la historia del Génesis cuando Abraham entró a Egipto y le dijo a su mujer Sara: «Di que eres mi hermana para que me vaya bien por causa tuya y viva mi alma por causa de ti», un discurso similar al del Chino cuando llega al otro lado.

Hace seis años Volpi escribió el atisbo de una primera versión de un guión que inspiró la película de David Pablos con el mismo nombre de la novela, luego apareció el libreto de la ópera «Cuatro Corridos», con música de Hilda Paredes, Lei Liang, Hébert Vázquez y Arlene Sierra, y finalmente nació la obra literaria.

La novela está inspirada en la red de los hermanos Julio, Tomás y Luciano Salazar Juárez, originarios de Tenancingo, en el central estado de Tlaxcala, descubierta en el 2001, después de llevar años secuestrando jóvenes para obligarlas a prostituirse en los «campos del amor», cerca de las plantaciones de fresas de San Ysidro, en California.

«Rocío, mi mujer, es de Tlaxcala y conocí la historia porque todo el mundo en Tlaxcala la conoce, no es que haya habido una investigación», cuenta el escritor.

Volpi inventa personajes y situaciones a partir de la verdad y crea una fina obra de ficción suavizada por el lenguaje en verso.

Vestido con un pantalón gris, camisa azul con pequeños círculos blancos y un saco negro, cuenta que escribe en su estudio por las mañanas, de siete a diez, «siempre con música clásica y óperas».

«Lo que más me gusta es ir tramando la estructura de un libro» con la ayuda de cuadros, sinopsis y retratos de personajes, confiesa.

Sin embargo, en el caso de «Las elegidas» el proceso fue diferente porque la idea original surgió como un guión y terminó como una novela muy particular, en verso.

Eso de ir contracorriente no es algo nuevo en la vida del autor, que hace casi veinte años formó parte de la llamada «Generación del crack», movimiento literario completado por Ignacio Padilla, Eloy Urroz, Pedro Ángel Palou, Ricardo Chávez Castañeda y Vicente Herrasti, quienes apostaron a hacer novelas amplias, de mundos completos, con una experimentación formal importante.

«Sigo siendo amigos de ellos, pero cada quien ha tomado su camino. Los libros son cada vez más distintos entre uno y otro por más que uno pueda encontrar el espíritu que nos unió en la juventud», asevera.

Más de treinta años después de haber escrito sus primeras historias, con numerosos premios recibidos por sus novelas y cuentos, Volpi es considerado una de las plumas más reconocidas de México, lo cual ha confirmado al tocar la trata de mujeres con la precisión de un cirujano.

«Que sea una novela en verso hizo que cada palabra tuviera un peso específico, algo distinto a una novela en prosa en la que uno no está preocupado por la palabra, sino con el todo», concluye. EFE

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