Libros, un disco y una camisa, el legado de Fernando Del Paso al Cervantes

GUADALAJARA (MÉXICO), 16/04/2016.- Fotografía del 16 de abril de 2016 del escritor mexicano Fernando del Paso mostrando su pasaporte de salida Poco antes de abordar el avión que lo llevará a España para recibir el premio Cervantes, el próximo sábado. Del Paso reveló en una entrevista con Efe que legará varios libros, un disco y una camisa del fallecido poeta mexicano José Carlos Becerra a la Caja de las Letras del Instituto Cervantes. EFE/Ulises Ruiz Basurto

Guadalajara (México), (EFE).- El escritor mexicano Fernando del Paso, que el próximo sábado recibirá el Premio Cervantes, reveló en una entrevista con Efe que legará varios libros, un disco y una camisa del fallecido poeta mexicano José Carlos Becerra a la Caja de las Letras del Instituto Cervantes.

Poco antes de abordar el avión que lo llevará a España para recibir el premio, el literato y diplomático dijo que uno de los libros que depositará en la caja será la primera edición mexicana de su novela «Palinuro de México»(1977), cuya portada fue ilustrada con un dibujo de su autoría.

«Palinuro de México» es la segunda novela de Del Paso (1935) quien ha declarado en múltiples ocasiones que es su obra favorita por contener una buena parte de autobiografía.

En la Caja de las Letras también dejará una camisa de su amigo José Carlos Becerra, fallecido en 1970, una prenda que tiene un significado especial para Del Paso, quien afirma que la heredó cuando el poeta la dejó olvidada en su casa.

Del Paso, que no quiso dar detalles del disco, contó que le gustaba portar esa prenda de vestir cuando escribía para rendir una especie de homenaje a su amigo, pero también como una fuente de inspiración y para combatir «la hueva» (pereza), dijo con el humor que lo caracteriza.

Los objetos serán depositados el próximo jueves, dos días antes de que reciba el premio, en la caja que será custodiada por el Instituto Cervantes hasta «dentro de 100 años», es decir, hasta el 1 de abril de 2116, por petición del galardonado.

Desde que el Instituto Cervantes puso en marcha el proyecto de la Caja de las Letras en 2007 han dejado su legado para la posteridad galardonados como Jorge Edwards, Juan Gelman, Ana María Matute, Nicanor Parra y José Emilio Pacheco, además de otras personalidades de la cultura, como la bailarina cubana Alicia Alonso y la agente literaria Carmen Balcells.

Del Paso, de 81 años, espera con paciencia la entrega de este premio desde noviembre pasado. Aunque delicado de salud, el autor de «José Trigo» (1966) se ha volcado en escribir un discurso que tocará muchos temas, confiesa.

Hablará «de todo, como en botica», afirmó el escritor sin adelantar ninguna parte del contenido del documento que, dijo, quizás tenga «pequeños cambios» en los próximos días.

Entre terapias para mejorar su dicción luego del infarto cerebral que sufrió hace más de dos años y la firma de una veintena de libros que sus lectores le hicieron llegar hasta su casa de Guadalajara (oeste de México), Del Paso ha buscado momentos de reposo en las últimas dos semanas.

En medio del ajetreo para cerrar los detalles de última hora del viaje, siempre junto a su esposa, Socorro, el escritor asegura estar contento pero «un poco abrumado» por los altibajos de salud que ha tenido como secuelas de sus varias enfermedades de los últimos años.

Estas complicaciones lo obligaron a viajar con escalas para hacer pausas: el sábado de Guadalajara a Ciudad de México, donde permanecerá menos de dos días en la casa de su hija Paulina para tomar fuerza y volar después hacia Madrid el lunes.

Luego encarará una intensa agenda de actividades que incluye una charla con jóvenes en la Universidad de Alcalá, un encuentro con medios de comunicación y la ceremonia de entrega del premio en el paraninfo de esa universidad.

Del Paso no viajará solo. Lo acompaña toda su familia, desde su hermana hasta sus bisnietas, quienes se trasladarán desde México, Costa Rica e Irlanda junto con otros invitados, médicos y su enfermera personal, Lupita. En total, unas 50 personas.

«Todos se entusiasmaron y empezaron a ahorrar desde que supieron (de la entrega del premio)», dice el poeta y narrador con un dejo de cansancio en el rostro que se esconde tras la viveza de la camisa color salmón, que como siempre, hace juego con sus calcetines. EFE (I)

Más relacionadas