«Los tres mulatos de Esmeraldas» vuelven a Ecuador 420 años después

«Los tres mulatos de Esmeraldas«, un óleo colonial del periodo virreinal temprano del artista indígena Andrés Sánchez Ganquell, que reposa en el Museo de América de Madrid, volverá a la capital ecuatoriana 420 años después de su elaboración en 1599.

Así lo indicó a Efe la directora del Museo Nacional (MUNA) de Ecuador, Ivette Celi, quien precisó que esta obra de alto contenido artístico e histórico se expondrá en una sala del centro hasta el próximo 10 de agosto.

La exposición del cuadro «Los tres mulatos de Esmeraldas« se inaugurará el próximo 18 de mayo y estará abierta al público desde el día 19, precisó Celi.

La obra, un óleo sobre lienzo, volverá a Quito gracias a una alianza que el MUNA alcanzó con el Museo de América tras un proceso de acercamiento que ambas instituciones emprendieron hace un año y medio, cuando el centro ecuatoriano reabrió sus puertas.

El cuadro es el retrato de tres mulatos libertos y cimarrones que llegaron a Quito para generar un pacto con la corona española, con el objetivo que ésta pudiera tener acceso a la bahía de San Mateo, en la actual provincia de Esmeraldas, en el noroeste de Ecuador.

Para la especialista, la obra tiene una importancia histórica, artística y sobre su autor, ya que es un óleo de una «calidad estética importante», que muestra «el complejo proceso de pacificación de la zona de Esmeraldas, tomando en cuenta de que en ella existieron grupos de esclavos africanos que llegaban libertos».

Ellos, añadió Celi, al llegar a las costas de Esmeraldas «empezaron a generar otro tipo de alianzas y negociaciones con los indígenas que habitaban la zona».

Por ello, «no fue fácil para la corona, en aquella época, tener acceso a rutas marítimas en la zona de Esmeraldas y tampoco tener una relación pacífica con estos nuevos habitantes que ya se habían mezclado con los indígenas de la zona».

El cuadro se pintó en 1599 por encargo del oidor Juan del Barrio de Sepúlveda, para enviarlo como documento del pacto visible al rey Felipe III de España y fue depositado, en un primer momento, en el Museo del Alcázar de Madrid.

La obra también es importante porque, «siendo un retrato tan temprano del arte virreinal, es pintado por un artista indígena», muy poco estudiado en la actualidad, refirió Celi.

Sánchez Ganquell fue un artista originario de la zona de Zámbiza, un sector al noreste de Quito, que luego residió en el barrio de San Roque, en el centro de la urbe, lo que da cuenta de su estatus, ya que tenía alguna relación con la familia de Atahualpa, el último soberano inca, agregó la directora del MUNA, quien destacó la importancia del origen del autor, porque abre «nuevas lecturas» sobre la historia del arte colonial ecuatoriano.

La pintura paso del Alcázar al Museo Arqueológico de Madrid y luego al depósito del Museo del Prado, para finalmente estar en custodia del Museo de América.

Esta será la primera vez que llega a Ecuador y a Latinoamérica, lo que representa también un «hito en la gestión museal», lograda gracias a la alianza con el Museo de América y el apoyo de varias instituciones como la Cancillería y el Ministerio de Cultura de Ecuador, destacó Celi.

La muestra se inaugurará el 18 de mayo, que es el Día Internacional de los Museos y cuando se conmemora el primer aniversario de la reapertura del MUNA, añadió su directora.

La presentación de «Los tres mulatos de Esmeraldas« va a ser «una sorpresa interesantísima», pues se podrá ver el original de una obra «que no es ajena, porque de alguna manera se ha visto en reproducciones», agregó.

Además, la obra de Sánchez Ganquell se juntará a una nueva exposición temporal denominada «Diversos», que el MUNA pondrá en consideración y en la que se mostrarán «facetas del género en el Ecuador prehispánico», es decir sobre las «diversidades sexuales de las comunidades originarias».

El MUNA, con estas exposiciones, busca mostrar que «hay mucho más de historia que lo que tenemos en otros espacios como las iglesias» y que se «asume como arte colonial religioso».

«Los tres mulatos de Esmeraldas« es una obra «que permite interpretar muchas otras facetas de la historia, como esta del cimarronaje que finalmente configura una identidad en la zona de Esmeraldas hasta la actualidad».

El Museo Nacional -dijo- pretende mostrar la «historia de los fenómenos sociales del país» para «empezar a construir nuevas lecturas de la historia» nacional. EFE

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