Quinientos años del Renacimiento francés, Leonardo da Vinci revive en la ruta del Loira

Estatua de Leonardo Da Vinci mirando hacia el Castillo Amboise donde descansan sus restos.
Leonardo Da Vinci viendo castillo amboise donde descansan sus restos.

A finales del s. XV la región del valle del rio Loira, al sur oeste de Paris, se convierte en el refugio y sede del Reino de Francia, aportando un lugar seguro estratégicamente  y sobretodo tierra fértil, donde florecerán hermosos jardines y viñedos que se convertirán en testigos de las transformaciones de aquellas torres y fortalezas medievales (erigidas en tiempos de la Guerra de los Cien Años entre franceses e ingleses), en espléndidos castillos renacentistas, gracias a la intervención de visionarios monarcas constructores, entre los que destaca Francisco I.

Residencias reales impregnadas de múltiples acontecimientos históricos en el terreno de lo político, verdaderas sagas  de confrontación de poder, guerras de religión, así como infaltables intrigas amorosas, que se enmarcaron en un entorno arquitectónico innovador y  deslumbrante, en el que las artes protagonizaron  el llamado Renacimiento francés que ha celebrado en el 2019 sus 500 años, tomando como fecha de referencia  el quinto centenario de la muerte de Leonardo da Vinci acaecida en la histórica ciudad de  Amboise en Francia el 2 de mayo de 1519.

De ahí que durante este año un sin número de actos conmemorativos y exposiciones especiales se sucedieron en estas moradas reales.

Castillos destacados

En esta rica región irrigada por el río Loira y sus afluentes se aglutina toda una constelación de castillos que comprende  desde 40 castillos principales llegando a alrededor de 70 incluyendo castillos reales, de la nobleza y otras mansiones de lujo. Entre los castillos más  visitados se encuentran: Chambord, Blois, Chenonceaux, Amboise, (Clos-Lucé, casa real donde habitó Leonardo da Vinci), Villandry (célebre por sus jardines a la francesa), Azay-le-Rideau, Ussé (inspiró a Charles Perrault para su cuento “La Bella Durmiente”), Chinon (entrevistas entres Carlos VI y Juana de Arco), Angers (famosos tapices del Apocalipsis),   Saumur, Loches, entre  otros.

Castillo Chenonceasux

El Castillo de Chambord, uno de los más grandes y majestuosos, coronado por una torre linterna, alrededor de la cual se despliegan un conjunto de torres y chimeneas, que conforman un mágico perfil que se vislumbra desde la distancia transportándonos a un mundo de leyendas y cuentos de hadas…una síntesis arquitectónica del Renacimiento italiano y reminiscencias medievales francesas, con innovaciones dignas del genio de Leonardo da Vinci, como por ejemplo aquella escultural escalera central abierta, de doble espiral que permite a dos personas ascender y descender al mismo tiempo sin encontrarse. La primera piedra fue colocada el año de la muerte del maestro renacentista que murió en Amboise, no lejos de ahí, bajo el mecenazgo del rey Francisco I, promotor de su  construcción, por lo que algunos historiadores consideran sin llegar a confirmar, que su diseño estaría inspirado en quien durante los últimos tres años de su vida, se conformó en arquitecto e ingeniero de la corte francesa.

Castillo de Chambord

El castillo de Blois, construido en diferentes épocas, desde su patio interior se pueden apreciar los distintos estilos que lo caracterizan. La fachada Luis XII de estilo gótico de ladrillo y pináculos, la fachada renacentista de François I en la que destaca la influencia italiana, y por último la fachada de Gastón d’Orleans, inspirada en el estilo clásico que caracterizó la época de Luis XIV.

Para conmemorar los 500 años del Renacimiento en Francia se llevó a cabo una reveladora exposición en este espacio: «Enfants de la Renaissance» (Niños del Renacimiento), mostrando de manera inédita la cotidianidad y educación de estos infantes, la maternidad y la intimidad de la familia real en esa época.

La figura de Enrique II, Catalina de Medici y sus hijos tienen un especial protagonismo en este castillo, aquí crecieron estos pequeños y forjaron sus destinos, que incluso fueron profetizados por el famoso adivino  Nostradamus quien visitó a la madre  de estos en muchas ocasiones, contando incluso en el castillo de Blois con una torre de observatorio desde donde estudiaba las estrellas y realizaba sus predicciones astrológicas.

Un espectáculo nocturno impresionante es el realizado por un equipo de especialistas en luz y sonido proyectando sobre estas fachadas los eventos que marcaron su historia y sus protagonistas.

Castillo de Blois

Conexión directa de Leonardo da Vinci con esta región

A pocos metros del Castillo de Amboise habitado por Francisco I en el s. XVI, se encuentra Le Clos Lucé, una residencia real de verano, en la que se hospedó Leonardo da Vinci invitado por iniciativa de dicho rey a vivir y trabajar en Francia, convirtiéndose en su retiro dorado, en el que tuvo toda la libertad  para seguir creando, inventando, y dando rienda suelta a su desbordada imaginación, compartiendo interesantes coloquios filosóficos con el monarca, que suplió el vacío de un padre que perdió a temprana edad con la figura de Leonardo a quien llamaba “mi  padre”.

500 eventos relevantes han tenido lugar este año en la región de Valle de Loire, bajo el lema “Vive Léonard”, una iniciativa que unió a importantes ciudades en el mundo, algunos de los cuales incluso  con duración hasta enero, como es el caso de la exposición que dedica el Museo del Louvre en Paris, la más grande retrospectiva sobre Leonardo organizada hasta ahora.

¡Vive Léonard!  Pues Leonardo está más vigente que nunca, su observación de la naturaleza, su carácter ecologista, su curiosidad, ingenio y sabiduría son las facetas más inspiradoras para una era en la que  arte y tecnología se fusionan dando nuevas alternativas de aprendizaje a las nuevas generaciones.

María Fernanda Mora-Souët

Historiadora de Arte

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