Los Giants logran su cuarto título y se convierten en nueva dinastía

El trofeo Vince Lombardi se fue por cuarta vez a las vitrinas de los Giants de Nueva York después de proclamarse campeones de la cuadragésima sexta edición del Super Bowl de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) al ganar por 21-17 a los Patriots de Nueva Inglaterra.

Los Giants volvieron a romper de nuevo todos los pronósticos de las apuestas que desde el principio dieron como favoritos a los Patriots, como sucedió en el XLII Super Bowl, que se disputó en el 2008 en Glendale (Arizona) y que también vencieron en los últimos segundos al equipo de Nueva Inglaterra por 17-14.

La historia se repitió, los Patriots tuvieron todas las oportunidades de conseguir el triunfo, pero fallaron en las jugadas decisivas y los Giants acertaron en las claves.

La gran figura del partido fue el mariscal de campo de los Giants Eli Manning, que como sucedió en el 2008 dio los pases decisivos en los minutos finales para conseguir el segundo título de Super Bowl, que lo colocan entre los mejores mariscales en la historia de la NFL.

Los Giants (9-3), que llegaron a la fase final después de disputar todos los partidos fuera de su campo, lograron el triunfo gracias a su buena defensa y el acierto de Manning en los pases que hizo en el último avance del partido que el corredor Ahmad Bradshaw convirtió en anotación con avance de seis yardas.

De nuevo, los Giants hicieron historia y entraron a formar parte de las dinastías de la NFL a costa de los Patriots, que no pudieron con la magia final de un mariscal de campo que aparte de su clase se siente tocado con la fortuna de que las jugadas decisivas caigan de su lado.

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