¿Cuántas veces durante un Mundial, o Eurocopa, o incluso otra competencia, acusaste enfermedad o no fuiste a la escuela para poder ver a tu selección o equipo? En esta situación, todos los hinchas del fútbol se sienten identificados, todos lo han hecho y los seguirán haciendo. Pero…
En años mundialistas y de Eurocopa los jóvenes sufren el síndrome de distracción futbolera, que perjudica de sobremanera el rendimiento en los estudios. Un grupo de economistas de Oxford y Bristol, Georgios Kaventsos y Stefan Szymanski, aseguraron que son eventos que dan felicidad pero que claramente alteran el comportamiento educacional.
El fútbol es el deporte más popular del mundo, de eso no hay dudas, la expansión a nivel global sigue su curva ascendente en todos los ámbitos y parece no tener techo. A través del deporte se ha creado un lenguaje universal que solamente los futboleros comprenden, al punto que es muchas veces empleado como método «rompe hielos». ¿Quién no habla de fútbol en su casa, oficina, entre amigos y hasta solo?
De hecho el hincha del fútbol se siente orgulloso de sentir esa pasión, que tiene como objeto su equipo en cuestión. Pero como siempre, los excesos tienden a perjudicar a cualquier persona en los ámbitos sociales de la vida.
Lo cierto es que durante los años mundialistas y de Eurocopa, la fiebre de distracción se apodera de todos, especialmente de los más jóvenes de 16 años, que bajan ostensiblemente sus calificaciones.
En el último gráfico se observa como aquellos jóvenes con menor coeficiente intelectual que generalmente provienen de humildes hogares, «sufren» más la repercusión que genera un Mundial o Eurocopa.