El alcalde de Boston asestó un revés a los esfuerzos de la ciudad por organizar los Juegos Olímpicos del 2024 cuando declaró el lunes que no firmará ningún documento «que ponga en juego el dinero de los contribuyentes por un solo centavo de más en las olimpíadas».
El documento aludido es el contrato de la ciudad sede que la mayoría en el ambiente olímpico considera crucial para el éxito de una candidatura. Walsh formuló su anuncio en una conferencia de prensa convocada a último minuto que coincidió con el encuentro del gobernador Charlie Baker con el Comité Olímpico Nacional.
El Comité había presionado a Baker en busca de garantías de que respaldará la candidatura, pero este dijo que no podía hacerlo hasta ver un informe detallado sobre los juegos que encargó a una firma consultora. No se espera ese informe hasta el mes próximo.
Las candidaturas olímpicas requieren un apoyo firme de los dirigentes. La junta del Comité se aprestaba a reunirse el lunes para debatir la situación. La negativa de Baker da a la junta la posibilidad de retirar la candidatura de Boston, donde no ha recibido demasiado apoyo público.
Los contratos con las ciudades aspirantes suelen ser difíciles en Estados Unidos ya que, al contrario que otras naciones, el gobierno federal no apoya ningún esfuerzo olímpico. No necesita firmarse hasta el 2017, pero el Comité busca presentarlo mucho antes.
Walsh afirmó que eso no sucederá hasta asegurarse de que los contribuyentes no deberán incurrir en costos. «Si se requiere hoy la firma de la garantía para seguir adelante, entonces Boston no buscará las olimpíadas y paraolimpíadas de 2024», enfatizó.
El plazo oficial para presentar la candidatura de una ciudad es el 15 de septiembre, pero el Comité busca respuestas inmediatas. Esto se debe en parte a que todavía podría haber tiempo para conseguir a Los Angeles y porque esta semana se llevará a cabo una reunión clave del Comité Olímpico Internacional en Malasia, donde se discutirán los juegos del 2024.