API – Un animador. Deportivo Cuenca fue un equipo duro para todos y perseverante en sus objetivos durante toda la temporada. De la mano de Gabriel Schürrer, el cuadro azuayo consolidó una identidad de juego interesante, un funcionamiento eficiente y se convirtió en una fuerza de choque.
En su último partido de la temporada, Deportivo Cuenca visitó la maltratada cancha del Estadio Christian Benítez para enfrentar a Guayaquil City. Los morlacos demostraron de entrada un funcionamiento coherente con su estilo del año.
A los 20 minutos del cotejo, una aparición rauda de Bryan Carabalí terminó en remate cruzado y definición exacta para poner a ganar al Expreso Austral. Gran acción individual de este joven valor, que poco a poco se ha venido metiendo dentro del organigrama morlaco.
El complemento presentó dura lucha de Guayaquil City. El calor y el problemático estado del campo de juego conspiró contra ambos. El cierre de temporada para ambos equipos dejó algunas pistas colgando. El Expreso Austral, que perderá algunas piezas clave en el próximo mercado, tendrá que reinventar su propuesta de la mano de su próximo DT. Mientras tanto, los Ciudadanos padecen todavía ciertos males de equipo novato y tendrá que fortalecer su esencia de la mano de Pool Gavilánez, ratificado para la próxima temporada como timonel.
El saldo del año descubre que el City porteño ha quedado en el limbo, finalmente lejos de la posibilidad de colarse en la plaza del repechaje para Copa Sudamericana que peleó hasta la semana pasada con Liga de Quito. Deportivo Cuenca, por su parte, jugará por segundo año consecutivo la Copa Sudamericana, competencia donde quedó eliminado prematuramente el año pasado ante Oriente Petrolero y que le ofrecerá revancha, con otros actores y referentes. (D)