El ministro jefe de Asuntos Estratégicos de la Presidencia del Brasil, Roberto Mangabeira, señaló hoy que los arreglos mercantiles no son suficientes para sustentar la unión entre los países de América del Sur.
«Apoyamos Mercosur y Unasur y todos los instrumentos existentes de unión en América del Sur, pero entendemos que los bloques comerciales son una base débil para la unión suramericana, un arreglo mercantil no basta para sustentar la unión en América del Sur», dijo Mangabeira en una rueda de prensa en Quito.
Como hizo antes en Chile y Paraguay, el ministro visita Ecuador para informar sobre la estrategia de desarrollo de su país, porque e Gobierno de Dilma Rousseff piensa que «debe ser construida en el gran espacio suramericano y no simplemente dentro de Brasil».
Según dijo, el objetivo de su gira es proponer a cada uno de los países una «discusión profunda sobre la estrategia de desarrollo en la esperanza de organizar una gran convergencia en América del Sur».
Sobre la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), formada por 12 países y con sede en Quito, opinó que es «una iniciativa importante» pero que corre el riesgo de ser «simplemente una forma de concertación política al servicio de seguridad. Tiene que tener sustancia y la sustancia es la estrategia de desarrollo».
La visita de Mangabeira a Ecuador busca también proponer al país andino algunas iniciativas bilaterales que «pueden anclar nuestra convergencia en el desarrollo», dijo al indicar que comentó ya con autoridades locales asuntos relacionados con educación, producción y temas vinculados a la Amazonía.
Apuntó que la iniciativa de Brasil tiene dos grandes horizontes políticos: superar los sectarismos en América del Sur y «unificar progresivamente la región para buscar revisión de la orden global de seguridad, monetaria y comercial».
El canciller en funciones de Ecuador, Xavier Lasso, resaltó la visita de Mangabeira y señaló que pone a Brasil como «un actor importante, principal, en los esfuerzos de integración» regional.
El ministro brasileño comentó que no niegan la importancia de las diferencias ideológicas en el continente, pero señaló que hay problemas prácticos y «oportunidades históricas» que unen a la región, como es la búsqueda de una disminución de la dependencia del extractivismo de los recursos naturales.
Para Mangabeira, la desaceleración económica en América Latina, que incluso es recesión en algunos países, no es un obstáculo para llegar a acuerdos estratégicos.
«La crisis es el gran aliado del cambio. Si no hubiera crisis, si estuviésemos en una época de facilidad, no estaríamos considerando alternativas», comentó Mangabeira.
El titular de la Secretaria de Planificación de Ecuador, Pavel Muñoz, coincidió con el ministro brasileño en que se debe pensar «en esta crisis en una nueva estrategia de desarrollo».
«Qué bueno que no sea ni Brasil ni Ecuador el escenario para esta nueva estrategia sino Suramérica», subrayó. EFE (I)