Santiago de Chile, (EFE).- La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, propuso hoy un pacto amplio para lograr un crecimiento económico sostenido en el tiempo que asegure la concreción de las que quiere llevar a cabo en su segunda administración.
«Sabemos que Chile debe modernizar su economía. Eso significa más integración internacional, más productividad, más diversificación e innovación, mejor equilibrio entre crecimiento y medioambiente. Los invito a hacerlo juntos», dijo Bachelet al dar cuenta de su gestión ante el Congreso.
«Sin complementariedad entre el Estado y el sector privado, sin lazos de confianza entre empresarios, trabajadores y comunidades, todo esfuerzo será en vano», advirtió Bachelet en un discurso de una hora y media.
La nota negativa de la jornada fueron las protestas e incidentes que se registraron en las calles de Valparaíso, que se saldaron con la muerte por asfixia de un guardia de seguridad que quedó atrapado en el segundo piso de un edificio que fue incendiado por los manifestantes.
La mandataria hizo especial hincapié en la necesidad de reactivar la alicaída economía, que según las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) crecerá este año solo un 1,5 %, el nivel más bajo desde 2009.
Bachelet resaltó que sin crecimiento económico no hay desarrollo social, y aseguró que los retos de las finanzas chilenas «son mucho más profundos que una mala racha en los precios del cobre», el principal producto del país austral.
«Sé que en el corto plazo nuestro esfuerzo debe estar puesto en generar empleos de calidad, porque el bienestar de las familias está primero», dijo la mandataria, quien afirmó que el Gobierno tiene políticas macroeconómicas para estimular la creación de puestos de trabajo.
En ese sentido, anunció la implementación de un programa de construcción de viviendas y mejoramiento de barrios que creará 62.500 nuevos empleos, 25.000 nuevas viviendas y una inversión de 430 millones de dólares en un plazo de tres años.
Bachelet reconoció que la desaceleración económica y los casos de corrupción política y empresarial han generado incertidumbre, aunque consideró que no es un argumento válido para «paralizarse».
«Si no hacemos los cambios todos juntos y ahora, las tensiones y obstáculos crecerán (…) Este es un país maduro y sensato, nadie esta dispuesto a arriesgar lo que ha costado tanto conseguir, pero no podemos seguir haciendo más de lo mismo», apuntó.
La gobernante hizo un balance de las medidas adoptadas hasta el momento y consideró que casi se ha concluido la «obra gruesa» del ambicioso programa de reformas que la llevó al Gobierno en 2014.
Citó la reforma tributaria, la expansión de la cobertura preescolar, el inicio de la gratuidad en la educación, el fin del sistema binominal, la agenda de probidad y anticorrupción y la puesta en marcha del proceso para elaborar una nueva Constitución.
«Hemos avanzado mucho en tan solo 26 meses y continuaremos con las propuestas pendientes que hacen posible completar los cambios comprometidos», dijo Bachelet, que subrayó que algunos puntos se deberán «reprogramar» por las dificultades económicas o la falta de apoyo político.
En cuanto a la educación, sostuvo que la reforma ha permitido a más de 240.000 alumnos de secundaria dejar de pagar matrícula y mensualidades en sus colegios públicos subvencionados.
Además anunció que el próximo mes firmará el proyecto de ley de educación superior, en el que se fijarán las reglas permanentes de la gratuidad en la educación universitaria y las herramientas para aumentar su cobertura.
Bachelet enfatizó que el Gobierno ha ejecutado una parte importante de la agenda de probidad y transparencia en los negocios y la política que se creó el año pasado para superar la crisis que provocaron varios casos de corrupción en la financiación ilegal de campañas políticas.
«Nuestras iniciativas contra la corrupción no son palabras al viento, esto va en serio», dijo la presidenta.
En el ámbito de las relaciones exteriores, Bachelet aseguró que Chile presentará una contramemoria «sólida» para responder a la demanda de Bolivia en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para obtener una salida soberana al mar.
Dijo además que la prioridad de la política exterior chilena es América Latina y celebró el impulso del acercamiento entre la Alianza del Pacífico y el Mercosur. EFE
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