Gremio industrial venezolano dice que es incrédulo de nuevo sistema cambiario

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El presidente de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), Juan Pablo Olalquiaga, aseguró hoy que el gremio es incrédulo frente a los nuevos cambios recién anunciados al sistema de divisas que opera en el país desde hace casi 15 años.

«Si partimos desde la experiencia entre lo que el Gobierno anuncia y lo que el Gobierno cumple, pues la correlación es muy mala», dijo Olalquiaga que citó la experiencia del Sistema Complementario de Adquisición de Divisas (SICAD) puesta en marcha en 2014, reemplazado en 2016 por la tasa de Divisas Complementarias, y sobre el que el presidente venezolano Nicolás Maduro, anunció ayer nuevos cambios.

Maduro anunció ayer que la activación del nuevo modelo DICOM, a partir de la próxima semana, busca «perfeccionar» el acceso a la moneda extranjera por parte de los sectores productivos y de la población en general, que no pueden acceder a la tasa protegida (DIPRO) solo para medicamentos y alimentos básicos.

Cuando se anuncio el Sicad «los resultados fueron bastante insuficientes», y «cuando se anuncio el mecanismo de DICOM y DIPRO, pues volvió a suceder lo mismo, el Estado utiliza el mecanismo del DIPRO para hacer sus propias importaciones y para hacer un reparto selectivo», dijo el empresario durante una entrevista con la emisora Union radio.

Indicó además que la situación económica del país, cuyos ingresos se han mermado con la caída de los precios del petróleo, pone en duda la disponibilidad de liquidez que puede tener el estado para que este nuevo sistema de cambio funcione.

«Las reservas líquidas son verdaderamente muy bajas, y los ingresos que ha tenido Venezuela están altamente comprometidos con pagos de deudas e importaciones que el mismo Gobierno va haciendo», afirmó.

Olalquiaga dijo esperar «que tengan un plan bajo la manga a través del cual se pueda acceder a más divisas, pero verdaderamente es poco creíble de que vaya a haber una cantidad suficiente como para satisfacer la necesidad de materia prima».

Actualmente, el DICOM, diseñado para solicitar divisas para poder traer materia prima, repuestos o maquinarias considerados como «no prioritarios», «no existe», aseguró.

«Tal vez hay algunas unas compañías que han salido beneficiadas, tomadas a dedo, (…) pero como mecanismo común, mediante el cual tú puedas ir a la banca privada o pública, eso no existe», reiteró.

Los industriales privados tienen deudas con sus proveedores internacionales por 12.000 millones de dólares de solicitudes de liquidación de divisas para pagos que fueron aprobadas por el Gobierno, «se importaron las materias primas, se utilizaron, se vendieron y las deudas siguen pendientes», indicó.

El presidente del mayor gremio de industriales del país aseguró que en la nación ha habido un decrecimiento de la industria en los últimos 20 años, que les ha hecho pasar de las 12.700 empresas industriales (1997) a las «cerca de 4.000 que estimamos hoy en día.

«La mortandad ha sido de cerca de unas 8.000 empresas industriales», añadió.EFE

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