El Líbano espera recaudar 6.000 millones de dólares en préstamos y donaciones en la Conferencia Económica para el Desarrollo a través de Reformas y con las Empresas (CEDRE), que se celebra mañana en París.
Ese monto estará destinado a financiar la primera parte de un programa de inversiones de 10.000 millones de dólares preparado por el Gobierno para llevar a cabo reformas estructurales indispensables para evitar un mayor deterioro de la situación económica y financiera que atraviesa el país.
Los 4.000 millones de dólares restantes, el Gobierno los espera recaudar gracias a acuerdos de asociación entre los sectores públicos y privados.
La situación socio-económica se deterioró tras el comienzo de la guerra siria en 2011, que conllevó la acogida de más de un millón y medio de refugiados en el Líbano, lo que colapsó las infraestructuras, aún deterioradas por la guerra civil de 1975-1990.
Las autoridades libanesas confían en que la comunidad internacional y los países árabes, en especial del Golfo, les ayudarán a hacer frente a los retos derivados de la acogida de refugiados.
La delegación libanesa estará presidida por el primer ministro, Saad Hariri, e integrada por los ministros de Finanzas, Ali Hasan Jalil; Asuntos Exteriores, Yebrán Basil; Transporte, Yusef Feniano; Economía, Raed Jury; y Energía, César Abi Jali; así como por el gobernador del Banco del Líbano, Riad Salame; y consejeros del presidente, Michel Aoun.
La conferencia de París es la primera de las tres citas previstas este año para recaudar ayuda internacional para El Líbano.
La cita de París estará centrada en el desarrollo de un plan de infraestructuras y desarrollo económico, en la que se prevé una importante participación del sector privado.
La segunda, que tendrá lugar en Roma, estará dirigida a reforzar el Ejército y las fuerzas de seguridad, en particular para que puedan mantener su acción contra la amenaza terrorista y garantizar el respeto de los acuerdos sobre su frontera sur, con Israel.
La tercera sucederá en Bruselas y tendrá como objetivo aliviar la carga que el Líbano tiene que soportar por la presencia en su territorio de más de 1,5 millones de refugiados sirios. EFE