Bogotá, (EFE).- La ministra de Comercio colombiana, María Lorena Gutiérrez, dijo hoy que el Gobierno continuará buscando que las exportaciones de acero y aluminio hacia Estados Unidos sean exoneradas de los aranceles impuestos por ese país.
El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció en marzo pasado que establecerá un arancel extraordinario del 10 % a las importaciones de aluminio y del 25 % para las de acero.
Por ello, el ministerio «seguirá trabajando en soluciones diplomáticas con el Gobierno de Estados Unidos», dijo la jefa de la cartera de Comercio citada en un comunicado de su despacho.
La fecha límite para que Estados Unidos decida sobre las exenciones arancelarias de acero y aluminio para sus aliados se extendió más allá del 1 de mayo, fecha inicialmente prevista, detalló Gutiérrez.
Según la ministra, «esto significa que la decisión final sobre la exención de Colombia de los aranceles sobre el acero y aluminio no ha sido tomada y que los canales diplomáticos y técnicos entre los dos países siguen abiertos».
Colombia, recordó la ministra Gutiérrez, envió una solicitud el 13 de marzo pidiendo la exención, 15 días después amplió sus argumentos frente al Gobierno estadounidense.
Entre los argumentos expuestos por Colombia para que no le fijen los aranceles está la relación estratégica, la alianza en términos de seguridad y democracia entre ambos países, y el bajo volumen que significan las exportaciones colombianas para el mercado de acero y aluminio del país norteamericano.
Asimismo, el Gobierno colombiano pidió a los industriales exportadores que se comuniquen con sus compradores estadounidenses para que ellos soliciten puntualmente «la exención de aranceles para sus compras colombianas, y que piensen soluciones alternativas dentro de lo que pide Estados Unidos para luchar contra la sobre producción de acero y aluminio».
En un sentido similar se pronunció la Cámara de Comercio Colombo-Americana (Amcham) que explicó en un comunicado que el país suramericano merece «un trato diferenciado» por ser un socio estratégico tener un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
Subrayaron que, aunque es necesario lograr un acuerdo que no afecte las exportaciones colombianas, «es preciso entender que la medida no ha sido impuesta de manera unilateral a Colombia, sino que hace parte de una política global».
Por ello, aseguró que el manejo institucional, «la prudencia política, la diplomacia comercial y el acompañamiento gremial resultan vitales en este momento».
El 1 de mayo EE.UU. anunció el aplazamiento por un mes de la imposición de aranceles al aluminio y al acero a la Unión Europea (UE), México y Canadá, y la exención definitiva a Argentina, Brasil y Australia.
Los polémicos aranceles entraron en vigor el 23 de marzo del 25 % al acero y del 10 % al aluminio. EFE
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