Incierto efecto del recorte petrolero de la OPEP y Rusia

Agentes trabajan en la Bolsa de Fráncfort. EFE/Armando Babani/Archivo

Pese a que la OPEP y sus principales aliados, con Rusia a la cabeza, acaban de acordar una insólita reducción del bombeo de 9,7 millones de barriles diarios (mbd), no está claro todavía si será suficiente para calmar los ánimos en los mercados sacudidos por la crisis del coronavirus.

Entre los analistas, unos prevén una lenta recuperación de los precios, otros no ven aún la luz al final del túnel.

«Parecería que si la demanda se recupera en el segundo semestre, el mercado comenzará a reequilibrarse, aunque lentamente», asegura a Efe Rafiq Latta, analista de la consultora internacional Energy Intelligence Group.

Es una visión que coincide con la presentada este miércoles por la Agencia Internacional de la Energía (AIE), de que la situación podría empezar a normalizarse en la segunda mitad del año si avanza la reactivación de la economía, paralizada en 187 países por las medidas para frenar la pandemia.

Más pesimista se muestra Rafael Ramírez, exministro de Petróleo de Venezuela, quien estima que «va a costar mucho tiempo» drenar las reservas almacenadas «porque están llenas de petróleo barato».

«Vamos a ver varios años de precios bajos», indica Ramírez en declaraciones telefónicas a Efe, y vaticina un valor del barril de «entre 20 y 30 dólares».

COMPLICADO ACUERDO

El recorte de la producción conjunta de la OPEP+ (la Organización de Países Exportadores de Petróleo y 10 naciones productoras independientes) fue sellado el pasado domingo, tras cuatro días de intensas y complicadas negociaciones telemáticas, y necesitó de la intervención externa del presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump.

Finalmente, se dio luz verde a un acuerdo que mantendrá limitados los suministros durante dos años, mediante un plan escalonado con una fase inicial en la que se retirarán del mercado 9,7 millones mbd de crudo a partir del 1 de mayo y hasta el 30 de junio próximos.

La rebaja se suavizará hasta 7,7 mbd entre el julio y diciembre, y hasta 5,8 mbd entre enero de 2021 y abril de 2022.

APORTE INCIERTO DEL G20

A ello debían añadirse otros 5 mbd de varios países del G20 ( el grupo de los Veinte países más desarrollados), como EEUU, Canadá, Brasil o Noruega, que sin embargo, en una reunión del pasado día 10, no se comprometieron a nada concreto.

Eso sí, los analistas estiman que ese volumen desaparezca paulatinamente del mercado de forma «orgánica».

Es que algunas empresas se verán obligadas a parar sus extracciones si los precios no cubren los costes de producción, o simplemente no encuentren quién compren esos barriles ni tengan dónde almacenarlos.

APARCAMIENTO DE BARRILES

Por otro lado, ante la amenaza de que el exceso de suministros desborde la capacidad de almacenamiento, EEUU prevé aumentar sus reservas estratégicas para que sus petroleras puedan estacionar allí barriles de forma temporal.

También China, India y Corea del Sur han hecho ofertas similares, todo lo cual podría suponer la retirada del mercado de unos 200 millones de barriles en los próximos tres meses, a razón de 2 mb por día, calcula la AIE.

Pero en los mercados los precios no han reaccionado al alza como cabía esperar, tras el anuncio del mayor recorte de la oferta mundial de «oro negro» jamás visto.

En Nueva York, la cotización del barril del petróleo intermedio de Texas (WTI), la referencia en América, ha encadenado tres días a la baja, con pérdidas acumuladas de más del 13 %, hasta cerrar ayer miércoles en 19,87 dólares, su valor más bajo en 18 años.

El barril del crudo Brent, referente para Europa, ha mostrado una tendencia más variada y en la mañana de este jueves repuntaba un 2,9 % en la apertura del mercado de futuros de Londres, donde se vendía a 28,52 dólares, tras retroceder más del 12 % en la semana.

MERCADOS INUNDADOS DE «ORO NEGRO»

Es que la destrucción de la demanda de crudo supera con creces el recorte de los productores. Según la AIE, el consumo de crudo será este mes 29 mbd inferior al de hace un año y se situará en un nivel que no se veía desde mediados de los años 1990.

Para todo el trimestre, el desplome interanual estimado será de 23,1 mbd, el doble que el recorte de la OPEP+, asegura la agencia con sede en París.

El desequilibrio del mercado que comenzó en enero, cuando el brote de la COVID-19 en China mermaba la demanda del gigante asiático, se exacerbó en marzo por la «guerra de precios» desatada entre Arabia Saudí y Rusia tras fracasar un intento de acuerdo.

Así, todos abrieron al máximo sus grifos justo cuando el coronavirus se propagaba rápidamente por el planeta.

«Perdieron un mes y ahora, mientras entra el acuerdo en vigor en mayo, corre otro mes. Son dos meses de sobreproducción llenando inventarios con una demanda en caída», dice Ramírez, para quien no obstante el «gigantesco recorte» es, aunque tardío, la «respuesta correcta» a esta crisis.

Por su parte, Latta destaca que es «importante que los productores muestren al mercado de que son capaces de tomar medidas si es necesario. Incluso si el recorte resulta ser insuficiente, esperamos que haya productores que respondan de forma adecuada», concluye. EFE

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