Betty Pino murió por complicaciones de implantes de silicona, dice el Herald

La ecuatoriana Betty Pino, una de las voces más amadas de la radio musical de Miami, murió como consecuencia de las complicaciones de una operación con la que quiso extraer de su cuerpo la silicona que se había inyectado en los glúteos hace cuatro años, según la autopsia del Departamento Médico Forense de Miami-Dade, publicado hoy por el diario The Miami Herald.

Según el artículo, firmado por la periodista María Pérez, de la plantilla del Miami Herald, Pino empezó a gangrenarse un mes después de realizarse la operación, en junio. Los médicos tuvieron que amputar sus manos y sus pies. Pero ella ya estaba en coma.

El informe de la autopsia, citado por el Herald, cuenta como Pino se había colocado unos implantes duros de plástico hacía unos 20 años en los glúteos. Una década más tarde los cambió por otros implantes salinos. Pero estos terminaron causándole problemas, y hace unos cuatro años, Pino decidió inyectarse silicona en los glúteos.

“A lo largo del tiempo, el tejido en sus glúteos se endureció y deformó, por lo que era muy doloroso”, explica el informe de la autopsia de 17 páginas. “Ella había pedido a muchos médicos que le extrajeran el tejido endurecido de sus glúteos porque era muy doloroso sentarse. Sin embargo, no encontró a ningún doctor que aceptara llevar a cabo este procedimiento porque todos temían los riesgos y complicaciones”.

La locutora ecuatoriana acabó encontrando a un cirujano en Coconut Grove que aceptó extraerle la silicona inyectada, Constantino Mendieta, especializado en reconstrucción de glúteos y certificado por el American Board of Plastic Surgery.

Pino se sometió a la operación el 14 de junio en la clínica del cirujano, 4 Miami Beauty Aesthetics Clinic, y después de varias horas fue enviada a su casa en Coral Gables.

Todo lo que vendría después, de acuerdo con el informe de la autopsia citado por el Herald, se derivó de la infección de las heridas de esa operación. Pino fue revisada en varias ocasiones pero las heridas no se curaron, concluyó la autopsia.

“Ella es ingresada en el hospital con sepsis debida a la infección de las heridas quirúrgicas, y después de un período de hospitalización con múltiples complicaciones médicas y quirúrgicas, muere”, afirma el informe, que no prejuzga si hubo o no negligencia.

Pino sufrió vómitos y diarrea el 16 de julio. Llamó a una ambulancia que la transportó al Doctor’s Hospital. Un día después, estaba en coma.

Desarrolló un shock séptico, causado por una infección masiva, y el 31 de julio fue transferida al Hospital Jackson Memorial, donde su salud siguió en declive. El 6 de agosto los médicos le amputaron sus manos y sus pies. Murió la próxima madrugada, luego de que la familia decidiera desconectarla de las máquinas que la mantenían con vida, siguiendo las instrucciones que Pino había dejado.

El médico forense encontró al día siguiente piel negra en la parte inferior de su cara, en los dos senos, donde tenía implantes, y en sus glúteos.

Pino, la locutora que ayudó a artistas como Dyango, Julio Iglesias o Rocío Jurado a abrirse camino en Miami, murió el 7 de agosto a los 65 años.

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Fotografía de Roberto Koltun / El Nuevo Herald

 

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