
La actriz estadounidense Jane Fonda, cuya carrera de activista se remonta los días de la Guerra de Vietnam y sigue hoy en contra del cambio climático, ha anunciado que no comprará ropa nunca más. Lo ha dicho en el marco de su última cruzada por la que todos los viernes desde hace cinco semanas se manifiesta frente al Capitolio, en Washington. Lo hace siempre con un abrigo rojo que se ha convertido ya en el símbolo de su particular lucha.
«¿Véis este abrigo? Necesitaba algo rojo, salí y encontré este abrigo en oferta. Es la última prenda que voy a comprar», gritó en una de sus últimas protestas en Washington. «Realmente no necesitamos seguir comprando. No debemos buscar comprar nuestra identidad. No necesitamos más cosas». En concreto, esta prenda la compró en Neiman Marcus. Lo adquirió en rebajas y le costó 500 dólares.
La industria textil es responsable del 20 % de los vertidos tóxicos en el agua del planeta y se estima que, si la tendencia de la moda rápida sigue evolucionando al ritmo actual, en el año 2050 podría ser responsable del 26 % de las emisiones mundiales del CO2.
«Ustedes no lo ven, pero tengo una armadura que me protege […] Tengo 81 años. No hay nada que puedan hacerme. No importa lo que hagan», dijo Fonda, quien, a lo largo de su vida ha protestado también contra las armas nucleares, la guerra de Irak, la violencia de género y el conflicto palestino.