El Gobierno de Brasil aceptó facilitar los medios logísticos para la misión humanitaria de entrega de los al menos seis rehenes que la guerrilla de las FARC ha prometido poner en libertad, informaron este jueves fuentes del Ejecutivo en Bogotá.
«Anunciamos al país que el Gobierno de Brasil aceptó la solicitud del Gobierno de Colombia de participar en la liberación de los secuestrados«, declaró el viceministro de Defensa, Jorge Enrique Bedoya, al margen de una reunión ministerial de la Unasur.
Bedoya hace parte de la delegación colombiana en esta cita de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y a la que asisten los responsables de Defensa, de Justicia y del Interior de los doce países miembros del foro, convocados por su secretaria general, María Emma Mejía, para preparar una próxima reunión regional.
El funcionario agregó que, tras la aceptación brasileña, el Ejecutivo colombiano «está listo para trabajar con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y el Gobierno de Brasil en la redacción del protocolo» para la misión.
La aceptación del Gobierno de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, supone la facilitación del país vecino de los helicópteros y las tripulaciones que deberán recoger en las selvas de Colombia a los uniformados que las FARC han prometido liberar unilateralmente.
El viceministro Bedoya expresó que «el interés del Gobierno de Colombia no es otro sino que los secuestrados regresen lo antes posible con sus familias».
«Como es sabido, para nosotros lo más importante es que estas personas, que llevan más de diez años secuestradas, sean liberados sin ‘shows’ mediáticos, (y) por supuesto sin pretensiones políticas», agregó el funcionario colombiano.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron en noviembre pasado su decisión de poner en libertad de manera unilateral a seis secuestrados.
Los rehenes por liberar son el militar Luis Alfonso Beltrán Franco y los policías Carlos José Duarte, César Augusto Lasso Monsalve, Jorge Trujillo Solarte, Jorge Humberto Romero y José Libardo Forero, todos ellos con más de doce años de cautiverio.
Tras ratificar en dos ocasiones su decisión de liberarlos, siempre ante una misión encabezada por la excongresista Piedad Córdoba, los rebeldes anunciaron el pasado 1 de febrero que aplazaban de manera indefinida la entrega por la militarización de la zona en la que tenían prevista la puesta en libertad.
La exlegisladora Córdoba, líder del colectivo Colombianas y Colombianos por la Paz (CCP) ha liderado en varias misiones en las que las FARC han puesto en libertad de manera unilateral a una veintena de rehenes.
El CPP ha instado a los rebeldes a que entreguen ahora a los once uniformados que siguen en su poder, y no solo a seis.
El mismo llamamiento lo ha hecho el Gobierno del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, quien hace solo cuatro días escribió en su cuenta de Twitter que Brasil ya tenía autorización para participar en la operación humanitaria.
«Hace rato le dimos luz verde a Brasil para ayudar en la liberación de los secuestrados», expresó Santos, y se preguntó luego: «¿a qué se debe entonces la demora?». EFE