Asad está «dispuesto a todo» para mantenerse en el poder, dice funcionario

El viceministro de Exteriores sirio, Faisal Al-Miqdad, ha asegurado en una entrevista difundida este martes por el semanario alemán «Der Spiegel» que su presidente, Bashar al Asad, «está dispuesto a todo» para mantenerse en el poder.

Al-Miqdad agregó que el presidente sirio seguirá, «cueste lo que cueste», su guerra contra la oposición «minoritaria», a los que acusó de estar conformados por islamistas, de mentir en cuanto a los crímenes de guerra cometidos por las tropas del Ejército y de estar armados y financiados desde el exterior con el objetivo de socavar al régimen para beneficio de Israel.

«Sólo puedo alertar a los europeos sobre lo que supone seguir apoyando a estos grupos. Esta gente no lucha contra Siria, sino contra el orden de todos los estados civilizados, también próximamente en sus países», advirtió.

A este respecto, agregó que el «levantamiento» ha sido «organizado y sufragado en gran medida desde fuera» de Siria y que «los grupos combatientes cuentan con miles de millones de dólares de algunos estados del golfo (Pérsico)».

Añadió que los «ganadores» de una eventual victoria de la oposición a nivel internacional «serían Israel y Estados Unidos», ya que la caída de Asad haría «olvidar el conflicto entre israelíes y árabes».

«Israel podría vivir en paz y conservar (los altos del) Golán y Jerusalén, y seguir vejando a los palestinos», agregó el viceministro sirio, que destacó que el régimen de Asad es el único vecino de Israel que sigue defendiendo «su posición» frente a ese Estado.

«La protección de Israel es la única explicación», argumentó.

Al-Miqdad se mostró «optimista» y aseguró que el Ejército fiel a Asad es lo «suficientemente fuerte» para vencer frente el «ataque de una alianza de países occidentales y estados del golfo (Pérsico)».

«Podemos aguantar tanto tiempo como el otro lado quiera continuar», afirmó el viceministro.

Además, descartó que Asad pueda en algún punto exiliarse en el extranjero y aseguró que en su reciente visita a Rusia, único aliado real de Siria a nivel internacional, esa cuestión no se ha tratado en absoluto.

Señaló que la solución a la guerra civil, que desde hace casi dos años desangra a Siria -y que ha causado 60.000 muertos y más de 600.000 desplazados-, pasa por que «todos» los implicados sirios «se sienten en torno a una mesa redonda a fijar el futuro del país».

El vicepresidente de Exteriores señaló que Asad ha accedido a las reivindicaciones de los manifestantes, y recordó el levantamiento del estado de excepción, la redacción de una nueva constitución, el fin del régimen de partido único,… pero «todo ha sido totalmente ignorado» y «nada ha sido reconocido en el extranjero».

De hecho, apostilló la violencia repuntó después de que todas estas medidas se aprobasen.

Al-Miqdad reconoció que el Gobierno sirio podría haber cometido algún «error», pero exclusivamente en el ámbito socioeconómico, ya que las denuncias de «los provocadores» por violaciones de los derechos humanos son mera «propaganda de guerra». EFE

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