Vaticano niega que el Papa sufra una enfermedad

Ciudad del Vaticano, 11 feb (EFE).- Ninguna enfermedad en curso ha llevado a Benedicto XVI a anunciar su renuncia al Pontificado, aseguró hoy el portavoz vaticano, Federico Lombardi.

Lombardi precisó, no obstante, que el propio Pontífice, en la carta en la que anunció su decisión aseguró que en los últimos meses han disminuido en él las fuerzas físicas.

«Nos ha tomado a todos por sorpresa. pero que el Papa pudiera pensar en tomar una decisión así creo que resultaba claro por lo que dijo en ese libro en 2010», aseguró hoy el portavoz vaticano, Federico Lombardi, comentando la renuncia al Pontificado anunciado por el papa Ratzinger, de casi 86 años.

Lombardi informó en una rueda de prensa de la decisión de Joseph Ratzinger, a la que considera «muy importante» para la Iglesia. El jesuita precisó que el papa aprovechó que se reunía con los cardenales presentes en la Curia para aprobar varias fechas de canonizaciones para anunciar su decisión.

Recordó que la renuncia de un Papa está prevista en el Código de Derecho Canónico, que establece que para que sea válida es necesario que sea libre y precisa que no puede ser aceptada por nadie.

«El Papa ha mostrado un gran coraje. Está claro, de todos modos, que no es una decisión improvisada. No es de ayer ni de anteayer. Se refiere a ‘los últimos meses», dijo Lomabardi en su conferencia de prensa.

Lombardi aleja rumores de enfermedad: «No nos consta ninguna enfermedad que pese sobre la decisión. Él solo dice que en los últimos meses ha perdido vigor. Conocemos la edad que tiene».

Con respecto a si la determinación de Benedicto XVI fue compartida o consultada, Lombardi no lo cree así. «Es una decisión personal. Dice que ha examinado su conciencia ante Dios. No creo que nadie le haya empujado o se lo haya sugerido. Si hubiese querido hablarlo con alguien, eso forma parte de sus libertades», explicó.

En el momento que le preguntaron si estaba deprimido, contestó: «No, en absoluto. Siempre lo he visto totalmente sereno. Los acontecimientos complicados (el escándalo Vatileaks) no le han tocado.»

En cuanto a la fecha y el horario, y por qué eligió el 28 de febrero a las 20, admitió: «No lo sé. Es una decisión que afecta a la Iglesia universal. Hay que escoger una hora que tenga en cuenta los husos horarios. Puede ser considerado como el final operativo de esa jornada.»

* Foto del portavoz del Vaticano, Francisco Lombardi.

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