Segundo ataque terrorista en Rusia deja otros 14 muertos

MOSCÚ (AP) — Un atacante suicida causó la muerte de 14 personas el lunes en un autobús eléctrico de la ciudad sureña rusa de Volgogrado durante la hora de mayor tránsito, atentado que según las autoridades fue perpetrado por el mismo grupo que el domingo cometió otro en una estación de tren.

Más de 30 personas murieron en las dos explosiones, lo que generó fuerte tensión en la ciudad de un millón de habitantes y puso de manifiesto la amenaza terrorista que enfrenta Rusia mientras se apresta a ser sede de los Juegos Olímpicos de Invierno en la ciudad de Sochi, un proyecto muy importante para el presidente Vladimir Putin.

Aunque los terroristas puedan tener dificultades para infiltrarse en las instalaciones olímpicas rigurosamente vigiladas, las explosiones demuestran que puedan hacer daño a la población civil en otros lugares de Rusia con sorprendente facilidad.

Volgogrado, otrora conocida como Estalingrado, está situada a 650 kilómetros (400 millas) al noreste de Sochi y es un centro clave para el transporte hacia el sur de Rusia, ya que de ahí salen numerosos autobuses interprovinciales hacia la volátil región del Cáucaso Norte, donde grupos insurgentes tratan de crear un estado islámico.

Vladimir Markin, portavoz de la principal agencia de investigación rusa, dijo que en el ataque del lunes se usó una bomba similar a la utilizada el domingo en la principal estación ferroviaria.

«Eso confirma la versión de los investigadores de que los dos ataques terroristas estaban vinculados», indicó Markin en una declaración. «Podrían haber sido fabricadas en un mismo lugar».

Markin dijo que un atacante suicida fue el responsable de la explosión en el autobús, lo que contradijo un comunicado previo de las autoridades que decía que la bomba fue dejada en el área de pasajeros.

Además de las 14 personas muertas hay al menos 30 heridas, de acuerdo con autoridades de salud.

Las autoridades no dijeron qué grupo es responsable del ataque y nadie se atribuyó la autoría de los atentados, pero éstos ocurrieron meses después que el líder rebelde checheno Doku Umarov amenazara con lanzar nuevos ataques contra blancos civiles en Rusia, inclusive en las Olimpiadas de Sochi en febrero.

Los ataques sucesivos en Volgogrado pueden ser muestra de que los milicianos tienen posibilidades de causar daño más allá de su zona de operación tradicional.

La ciudad también es un importante símbolo que enorgullece a los rusos desde la histórica batalla de Estalingrado durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los soviéticos revirtieron la corriente contra los nazis.

«Volgogrado, que constituye un símbolo del sufrimiento ruso y de victoria en la Segunda Guerra Mundial, ha sido elegida por los líderes terroristas precisamente por el valor que tiene en la mente popular», destacó Dmitry Trenin, director de la oficina de Carnegie Endowment en Moscú, en una declaración colocada en el cibersitio de la organización.

El estallido destruyó gran parte de la carrocería externa del vehículo y rompió los vidrios de las ventanas en los edificios adyacentes. Provocó la virtual paralización del servicio de transporte público de la ciudad, lo que obligó a muchas personas a caminar para llegar a sus trabajos.

Las autoridades rusas no han establecido medidas de seguridad para revisar a quienes suben a los autobuses, lo que hace a este transporte el ideal para los terroristas en la región. Hace pocos meses se estableció el requisito de mostrar una identificación al momento de comprar boletos, como se hace en los trenes y aviones, pero el procedimiento no se ha aplicado con rigor y algunas rutas no están controladas.

En la explosión de la estación ferroviaria, la suicida detonó sus artefactos frente a un detector de metales antes de la entrada principal de la estación, cuando un sargento de la policía comenzó a sospechar y se precipitó hacia adelante para comprobar una identificación, dijeron las autoridades. El policía murió por la explosión y otros agentes resultaron heridos.

En octubre un atentado suicida en un autobús causó la muerte de seis personas. El viernes tres más fallecieron tras la explosión de un auto cargado con explosivos en la ciudad de Pyatigorsk.

El ministerio del Interior ordenó a la policía patrullar las estaciones de tren y otras instalaciones de transporte alrededor de Rusia. El lunes, Putin convocó al director de la agencia de inteligencia y al ministro del Interior para analizar la situación y envió a este último a Volgogrado para que supervise la pesquisa.

El Comité Olímpico Internacional expresó sus condolencias por el atentado del domingo, pero dijo que confía en la capacidad de Rusia para garantizar la seguridad durante los juegos de Sochi.

Por VLADIMIR ISACHENKOV, Associated Press. Ambulancias se agolpan en el lugar de la explosión de un trolebús, que se puede ver al fondo, en la ciudad de Volgogrado, Rusia, el lunes 30 de diciembre del 2013. (Foto AP/Denis Tyrin)

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