Washington, 8 abr (EFE).- La CIDH dictó medidas cautelares a favor del yemení Moath al-Alwi, preso desde hace 12 años en el penal de Guantánamo (Cuba), y recordó a Estados Unidos su interés en visitar el penal y en mantener reuniones privadas con los detenidos.
En el escrito de la medida cautelar, al que tuvo acceso Efe, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) afirmó que el reo se enfrenta a una «situación de gravedad y urgencia, en la que su integridad personal se encuentra amenazada» debido a las «severas condiciones de detención» del penal.
La CIDH instó a Estados Unidos a proteger la vida de Moath al-Alwi, de 35 años y que presuntamente ha sido víctima de amenazas, humillaciones, abusos sexuales, ataques físicos y psicológicos durante su estancia en Guantánamo, una cárcel para acusados de terrorismo situada en la base que EE.UU. tienen en territorio cubano.
Según la información recabada por el organismo, los guardias habrían privado de cuidado médico a Moath al-Alwi, que según los demandantes estuvo esposado entre 10 y 12 horas sin comida ni bebida durante los interrogatorios.
Además, los guardias presuntamente llenaban de humo de cigarrillo la sala de interrogatorios, bajaban el termostato para hacer descender la temperatura, obligaban al detenido a desnudarse y abusaban sexualmente de él.
La CIDH expresó en su escrito especial «preocupación» por prácticas de alimentación a la fuerza, que presuntamente llevaron a cabo los oficiales del penal durante las huelgas de hambre que Moath al-Alwi llevó a cabo en 2008 y 2013 junto a otros detenidos.
En su escrito, la CIDH, un ente autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), recuerda a Estados Unidos su interés en visitar el centro de detención, cuyo cierre lleva reclamando el organismo a través de declaraciones y comunicados desde 2006.
«Hasta hoy, la CIDH sigue interesada en visitar el centro de detención de Guantánamo, incluyendo acceso directo e indirecto a los detenidos, sin otras condiciones», reclama en su escrito la comisión, que no está de acuerdo con las restricciones que EE.UU. impone a la hora de visitar la cárcel.
La comisión ya ha reclamado en dos ocasiones permiso para visitar el centro de detención y ha celebrado dos reuniones de trabajo y once audiencias públicas entre 2002 y 2015 con el objetivo de ver si se cumplen las medidas de protección que la CIDH ha dictado sobre otros detenidos desde hace más de una década.
El cierre definitivo de la cárcel fue uno de los principales reclamos y promesas que el presidente Barack Obama hizo en su campaña presidencial en 2008, pero a dos años de finalizar su segundo mandato aún permanecen más de un centenar de presos en sus instalaciones. EFE