Gobierno rebelde en Trípoli invita a la comunidad internacional a la capital

Trípoli, 19 abr (EFE).- El Parlamento rebelde en Trípoli instó hoy a la comunidad internacional a proseguir con el apoyo al proceso de paz en Libia y a enviar equipos de investigación y análisis a la capital para conocer de primera mano la situación que viven la ciudad y las áreas controladas por la denominada Conferencia Nacional.

La petición fue cursada en un comunicado emitido poco después de que el enviado especial de la secretaria general de la ONU para el conflicto en Libia, Bernardino León, anunciara «avances hacia un Ejecutivo de consenso nacional» en las negociaciones que se llevan a cabo en la ciudad marroquí de Sjeirat.

Según el diplomático, «cerca del 80 por ciento del plan está acordado» y el resto podrá ser negociado «en las próximas dos semanas», en las que habrá reuniones de seguridad.

En este sentido, ambas partes deben trabajar para acabar con las hostilidades sobre el terreno, en particular en la ciudad de Bengazi y en las localidades próximas a Trípoli, escenario en las últimas semanas de fieros combates entre las milicias islamistas afines al gobierno rebelde y las fuerzas regulares al mando del general Jalifa Hafter, jefe del Ejército controlado por el Gobierno internacionalmente reconocido en la ciudad de Tobruk.

«Somos optimistas y ayudaremos a la misión en sus objetivos, le daremos cuenta de nuestras consultas en Trípoli», explico el jefe del equipo negociador del gobierno de Trípoli, Salah al Mahzum.

Su colega en el equipo negociador de Tobruk, Mohammed Shoaib, instó igualmente a que continúe el diálogo constructivo y pidió que los intereses personales cedan protagonismo al bien general para no perder lo hasta ahora logrado.

«Llevamos un largo proceso de diálogo durante el que muchos asuntos han sido tratados ya y estamos cerca de un acuerdo», confirmó.

Pese a los avances en el tramo político, la violencia sigue siendo una constante en Libia, un país convertido en un Estado fallido, víctima de la guerra civil y el caos desde que en 2011 la comunidad internacional contribuyera a derrocar el régimen dictatorial de Muamar el Gadafi.

Según la Cruz Roja local, el sábado al menos ocho cadáveres fueron recuperados en Misruata, víctimas de una cruel batalla que tuvo lugar en los alrededores de esa ciudad.

Desde las últimas elecciones, Libia tiene dos gobiernos, uno en Trípoli y otro en Tobruk, que luchan por el poder y por el control de los vastos recursos energéticos, apoyados por líderes tribales, señores de la guerra, milicias islamistas y contrabandistas de personas, petróleo, drogas y armas.

En medio, se extienden grupos yihadistas afines al grupo Estado Islámico (EI) en Siria e Irak y a la organización de Al Qaida en el Magreb Islámico, todavía la asociación terrorista más potente del norte de África.

Web vinculadas con movimientos islamistas divulgaron hoy un vídeo en el que la supuesta rama del EI en Libia degollaba a una veintena de presuntos cristianos etíopes en algún lugar desértico del país, grabación cuya autenticidad no se ha demostrado. EFE

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