Moscú, 29 abr (EFE).- El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, anunció hoy que ya trabaja en el programa electoral para las elecciones presidenciales que deben celebrarse en noviembre de este año y dejó entrever así que será candidato a la reelección como jefe de Estado.
«La campaña electoral del presidente, léase de las autoridades, será un cúmulo de todas los asuntos que hemos resuelto y lo más importante, de todos los retos que las autoridades prometen solucionar en los próximos cinco años», dijo Lukashenko en su mensaje anual al Parlamento y al pueblo bielorrusos.
Hasta hoy, el presidente bielorruso que dirige con mano de hierro su país desde 1994 y que es considerado el último dictador de Europa, no se había pronunciado sobre sus intenciones de cara a los cercanos comicios presidenciales.
Lukashenko hizo alusión al conflicto en la vecina Ucrania y a las malas relaciones entre Rusia y la Unión Europea y alabó que en esta coyuntura «Bielorrusia sigue siendo un islote de tranquilidad y orden».
«En Europa vuelve a oler a guerra, y las tensiones entre países está a niveles de la guerra fría», apuntó el líder bielorruso, que atribuyó a la economía el papel de «garante de la independencia y la paz».
Al mismo tiempo, Lukashenko reconoció que la economía de la antigua república soviética pasa por momentos difíciles, aunque atribuyó los problemas a la situación en la vecina Rusia, principal socio comercial del país que ha entrado en recesión por la caída de los precios del petróleo y las sanciones de Occidente por su papel en la crisis de Ucrania.
«Las sanciones contra nuestro principal socio, la caída de los precios del petróleo, la contracción del mercado ruso y la devaluación del rublo ruso. Los problemas de nuestros vecinos tienen un reflejo inmediato en nuestra economía», señaló.
Lukashenko resultó reelegido en 2010 con el 79,65 % de los votos, resultado que no fue reconocido por Estados Unidos después de que centenares de opositores fueran detenidos y varios candidatos presidenciales encarcelados tras los violentos disturbios que estallaron en Minsk tras la jornada electoral.
Poco después, la UE aprobó sanciones contra el presidente bielorruso y más de 150 altos cargos de su régimen, que incluyen la congelación de bienes que estos puedan tener en territorio comunitario y una prohibición de visados de entrada a los países de la Unión.EFE (I)