Miles asisten a marcha de Macri en Buenos Aires

El presidente argentino Mauricio Macri en marcha "Sí se puede" en Buenos Aires.

El presidente argentino, Mauricio Macri, dio inicio este sábado a su campaña del «sí se puede» con una multitudinaria movilización en Buenos Aires, la primera de las treinta ciudades que se propone visitar para reconquistar votantes de cara a las elecciones presidenciales del 27 de octubre

«Hoy comienza la marcha del ‘sí se puede’, 30 días por todo el país, hombro a hombro, todo este octubre que no nos resignamos porque sabemos que un mejor país es posible y está mucho más cerca de lo que podemos ver», dijo Macri al hablar a las miles de personas que se congregaron en las calles del barrio capitalino de Belgrano para mostrar su respaldo al mandatario.

El gobernante agradeció la «demostración de amor» de la gente que se acercó con carteles de apoyo y banderas argentinas.

La movilización en la capital es el primero de los treinta puntos de todos el país que Macri promete visitar como parte de la denominada «marcha del sí se puede», con el que la coalición oficialista Juntos por el Cambio pretende dar nuevo impulso a su campaña para lograr revertir el duro revés sufrido en las primarias del 11 de agosto.

En esos comicios, Macri, que aspira a permanecer en la Casa Rosada por otros cuatro años, obtuvo el 31,79 % de los votos, dieciséis puntos menos que su principal rival electoral, el peronista Alberto Fernández, quien, compartiendo fórmula con la expresidenta Cristina Fernández (2007-2015), acaparó el 47,78 % de los sufragios.

«Se puede dar vuelta esta elección. ¡Claro que se puede! Pero para eso los necesito así, más movilizados que nunca, más convencidos que nunca, más apasionados que nunca para salir a convencer a cada amigo, a cada familiar, a cada compañero de trabajo que otro país es posible», dijo Macri.

Admitió que el último año y medio, marcado por la recesión económica, «fue muy difícil» y que la «clase media fue la que hizo el mayor esfuerzo».

«Quiero decirles que los escuché, que no me enoja, pero también les quiero decir que lo que viene es distinto. Ahora viene el crecimiento, el trabajo, la mejora del salario», prometió.

Macri llegó a Barrancas de Belgrano, uno de los barrios más acomodados de la capital, montado en un tren que tomó junto a su esposa, Juliana Awada, en una estación cercana a la residencia presidencial de Olivos, en la periferia norte de Buenos Aires.

Descendió en la estación de Barrancas y, apoyado por miembros del Gobierno y militantes del oficialismo, se subió a un escenario móvil para hablar desde allí a la multitud congregada, lo que representa un giro respecto a la estrategia de campaña para las primarias, donde los actos fueron más reducidos y con menos contacto con la gente.

Acompañado por Elisa Carrió, líder de la Coalición Cívica -fuerza integrante del frente gobernante-, el candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio, el peronista Miguel Ángel Pichetto, y el alcalde capitalino, Horacio Rodríguez Larreta, quien también aspira a la reelección, Macri defendió valores como la democracia y la paz y políticas como la «lucha» contra el narcotráfico, la mafia y la impunidad.

«Voy a estar siempre para defenderlos. Esto vale la pena, estar acá, dar esta batalla, defender estas ideas vale la pena porque este es nuestro país, nuestro futuro y nuestra forma de vida. Por eso les digo que ¡sí se puede!», exclamó.

La marcha del «sí se puede», que continuará este lunes en la ciudad bonaerense de Junín, fue convocada hace unos diez días por el propio presidente a través de sus perfiles en redes sociales.

En esos mensajes, Macri aseguró que desde Juntos por el Cambio llegarán al 27 de octubre «totalmente decididos a ganar» y pidió a sus seguidores convencer a familiares y amigos de la importancia de asistir a las movilizaciones.

El oficialismo se muestra así dispuesto a dar la batalla con la esperanza de alcanzar una segunda vuelta electoral, lo que ocurrirá si ninguno de los candidatos obtiene en octubre el 45 % de los votos afirmativos o más del 40 % y 10 puntos porcentuales por sobre su principal competidor que se necesitan para imponerse en primera vuelta. EFE (I)

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