Juan Guaidó aseguró este sábado en Miami que los países aliados por la restauración de la democracia a Venezuela están analizando «todas las opciones factibles» para liberar a Venezuela de Nicolás Maduro, pero que lo hacen «responsablemente».
Durante una rueda de prensa tras reunirse con la comunidad inmigrante venezolana, el presidente interino de Venezuela, reconocido por más de cincuenta gobiernos, aseguró que él depende de las decisiones de otros gobiernos.
«Responsablemente estamos hablando de todas las opciones posibles, factibles (…), hay unas cosas que decido yo, y hay otras que deciden los presidentes de otros países que nos pueden prestar ayuda», subrayó.
Guaidó, que prepara ya su regreso a Venezuela tras una gira que lo llevó también por países europeos y Canadá, dijo que el cambio es apremiante, al comparar la situación de Venezuela con Yemen, Sudán del Sur y Siria.
«Necesitamos una solución urgente, y no solo queremos el cambio en Venezuela, sino que lo necesitamos por la estabilidad de la región y por la necesidad de los venezolanos, son millones muriendo hoy», enfatizó.
Indicó que hay que «poner fin a la tragedia que esta viviendo Venezuela que tiene repercusión en toda Latinoamérica y que es un potencial riesgo muy severo al continente y al mundo».
«Responsablemente estamos conversando con nuestro aliados de todas las opciones factibles en el corto plazo porque es el momento de tomar acción con la crisis venezolana», agregó.
Explicó que las herramientas que tienen son «las sanciones a criminales» e instó a «implementarlas a fondo».
Preguntado por la prensa sobre la posibilidad de una intervención militar, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela dijo que su país ya está intervenido, por Cuba, y además que esta opción no necesariamente tiene que «ser internacional (porque) hay suficientes militares descontentos en Venezuela».
Subrayó que hay «una intervención en curso en Venezuela que «Maduro refleja al incorporar a un embajador cubano» en el equipo ministerial y además con la presencia de grupos de irregulares de Colombia.
Sobre una posible reunión con el presidente estadounidense, Donald Trump, que se encuentra en su club Mar-a-Lago, en Palm Beach, al norte de Miami, Guaidó repitió varias veces: «stay tuned» (mantente sintonizado), al dar a entender que aún hay asuntos pendientes en su final de la gira en Estados Unidos.
Citó además entre los compromisos de los gobiernos que visitó «aumentar el cerco diplomático de la dictadura y unificar criterios con respecto a sanciones a criminales» del régimen de Maduro.
De igual forma, destacó que se logró «caracterizar el oro como ‘oro de sangre’, para no permitir (con este mineral) el financiamiento a grupos irregulares» y destrucción del Amazonas, entre otros».
El opositor además le restó importancia a la polémica por la solicitud de extradición de la excongresista colombiana Aída Merlano, que fue detenida esta semana en Venezuela tras fugarse en 2019, al señalar que «hay 402 presos políticos (en Venezuela) que están secuestrados».
«Hay un régimen de terror, tortura, muerte a los prisioneros venezolanos», enfatizó
El caso de Merlano, presa desde 2018 en una cárcel de Bogotá por superar los gastos máximos establecidos por la ley para la financiación de campañas electorales, ha causado polémica entre ambos países después de que el presidente colombiano, Iván Duque, solicitara su extradición a Guaidó y no a Maduro. EFE (I)