El talibán asegura que negociaciones de paz empezaron con Obama

Suhail Shaheen, portavoz de la oficina política de los talibanes.

Tras firmar el sábado un acuerdo de paz con Estados Unidos, el portavoz de la oficina política de los talibanes en Doha, Suhail Shaheen, reveló que las negociaciones habían comenzado ya con el Gobierno de Barack Obama (2009-2017), pero se mantuvieron en secreto.

En una entrevista con Efe en un hotel de la capital catarí, Shaheen afirmó que su formación espera alcanzar un pacto también con el Gobierno afgano antes de que finalice la retirada de las tropas internacionales en 14 meses y aseguró que no tienen ningún problema con que las mujeres accedan a una educación y un empleo.

El portavoz llega ataviado con el tradicional traje de dos piezas afganos, el salwar kameez, un chaleco oscuro y el típico turbante pastún. Habla despacio, pero firme, y sonríe tímidamente de tanto en tanto.

«Llevó mucho tiempo alcanzar el acuerdo con Estados Unidos porque (las negociaciones) empezaron hace unos años, pero fue fuera de los focos. Así que fue sólo en el tiempo de la Administración de (Donald) Trump que hablamos con ellos abiertamente y los detalles se dijeron a los medios», indicó.

No quiso desvelar en qué año comenzaron, pero sí detalló que fue «durante la Administración de Obama», a «puerta cerrada», y también en Doha, donde ayer se firmó el histórico acuerdo de paz que prevé la retirada de todo el personal estadounidense desplegado en Afganistán.

De cara al proceso, las filas talibanas estuvieron unidas y los comandantes de campo acataron las órdenes sin problemas gracias en parte a la oficina política en la que Shaheen trabaja desde hace ocho años y que funciona bajo el liderazgo del emir del movimiento, el mulá Haibatullah.

A su juicio, reflejo de ello es la efectiva reducción de la violencia implementada durante la semana previa a la rúbrica del pacto, «sin ataques de envergadura», una prueba de su compromiso demandada por Washington.

No obstante, mientras deja enfriar un té verde, reconoce que sí hubo algunas rencillas tras conocerse en 2015 la muerte del fundador del grupo insurgente, el mulá Omar, si bien asegura que la mayor parte de los individuos que no querían acatar a su sucesor, el mulá Mansour, acabaron jurándole lealtad.

Ahora, el portavoz espera que tras lograrse un acuerdo «entre afganos», el siguiente paso para acabar con la guerra en Afganistán, «todos» los talibanes regresen a Kabul, incluido el mulá Haibatullah, que tomó las riendas de la formación tras morir en un ataque con dron en 2016 en Pakistán el mulá Mansour.

Está previsto que el diálogo con el Ejecutivo afgano arranque en Oslo el 10 de marzo, para el que los talibanes mantendrán el mismo equipo negociador y sin que por el momento se haya decidido qué país acogerá el resto de los encuentros, de acuerdo con Shaheen.

«Cuanto antes resolvamos el asunto nacional afgano, mejor, porque tenemos que formar un Gobierno antes de que se complete la retirada de las fuerzas extranjeras de Afganistán», agregó, sobre una salida que finalizará en 14 meses.

En ellas, se hablará sobre la formación de un gobierno «islámico», su forma, modalidad y participación, dice, sin contestar si los talibanes se presentarán a unas posibles elecciones.

Algunos sectores de la sociedad y activistas afganos han manifestado su temor por el regreso a la primera fila de un grupo que gobernó Afganistán con mano de hierro entre 1996 y 2001 y muy criticado por su trato a las mujeres, recluidas entre las cuatro paredes de sus casas durante aquel periodo.

«Hubo mucha propaganda en nuestra contra por parte de grupos hostiles, nuestro enemigos», argumentó el portavoz.

«Sobre los derechos de las mujeres, si quieren tener una educación, no tenemos ningún problema con eso; si quieren tener un trabajo, no tenemos ningún problema con eso», zanjó, al defender que también tienen derecho a recibir herencias y a escoger a sus esposos.

Preguntado por si impondrán el burka como vestimenta femenina, afirmó que no: «El burka es un tipo de hijab, pero no es el único tipo de hijab».

Tampoco quiso entrar en detalles sobre la implementación de la sharia o ley islámica que demandan, limitándose a decir que tras las conversaciones «entre afganos» crearán un comité de eruditos para haga sugerencias en este sentido.

Por el momento, la firma del pacto con Washington ha sido un paso histórico tras casi dos décadas de guerra y, si bien analistas, expertos y autoridades han advertido de que todavía queda un largo camino por andar, Shaheel aplaude el pacto como un momento «muy alegre» para sus filas y «todos los afganos».

«Esperamos alcanzar otro éxito durante las negociaciones entre afganos, que es la formación de un Gobierno. Eso será otra alegría para nosotros y entonces diremos adiós a la guerra», concluyó. EFE (I)

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