Buenos Aires, 26 mar (EFE).- Ante el aumento de los casos de coronavirus, el Gobierno argentino aceleró el refuerzo de los centros hospitalarios y desplegó operativos de seguridad para garantizar la producción y el abastecimiento de alcohol en gel y mascarillas en plantas industriales en medio de la cuarentena total que rige en el país.
Las autoridades endurecieron asimismo los controles para evitar la circulación de personas en el país y el ingreso desde el exterior, en momentos en que el presidente, Alberto Fernández, evalúa extender el plazo de aislamiento social obligatorio del 31 de marzo hasta después de Semana Santa, a mediados de abril, y pide ayuda al G20 para hacer frente a la pandemia.
AUMENTAN LOS CASOS DE COVID-19
Hasta esta mañana, Argentina contabilizaba 502 casos de coronavirus, de los cuales 8 fallecieron, en 18 de los 24 distritos del país.
El 59 % de los infectados son varones, con una edad promedio de 43 años, según precisó el subsecretario de Estrategias Sanitarias, Alejandro Costa.
Casi la mitad de los casos están relacionados con viajes, un porcentaje mucho menor que el que se verificaba pocos días atrás porque en las últimas horas se ha comenzado a «detectar transmisión comunitaria en el área metropolitana de Buenos Aires y el Chaco y se mantiene la transmisión local en conglomerado en Tierra del Fuego», indicó Costa.
MÁS CONTROLES, MENOS INGRESOS
La titular de la Dirección Nacional de Migraciones (DNM), Florencia Carignano, informó este jueves que el miércoles ingresaron a Argentina sólo 3.700 personas, de ellas 1.700 a través del aeropuerto internacional Ministro Pistarini de la localidad de Ezeiza que sirve a Buenos Aires, en el marco del cierre de fronteras y la suspensión de los vuelos de repatriación de ciudadanos varados en el exterior.
La funcionaria subrayó que esta cifra, comparada con las cerca de 33.000 personas que entraban diariamente al país vía aérea por Ezeiza antes del 13 de marzo, cuando salió el decreto que estableció la emergencia sanitaria por el COVID-19, confirma que el número de ingresos «ha descendido muchísimo producto de que no hay autorizados casi vuelos para poder ingresar al país».
También se fortalecieron los controles de ingreso a la capital argentina desde la provincia de Buenos Aires, que integra la principal área metropolitana del país con cerca de 12 millones de habitantes, ya que sólo se permite la circulación de personas que trabajan en servicios esenciales o cuentan con un permiso especial.
«Cada uno que entra y que no corresponde que lo haga es un riesgo: un riesgo para él, para su familia, para el resto de los vecinos de la ciudad y la provincia. Estamos siendo muy estrictos con los controles y a partir de hoy se cruzan los datos de las patentes (matrículas de vehículos) de todos los que entraron al país en las últimas semanas» y debieran realizar una cuarentena preventiva ante un posible contagio de coronavirus en el exterior, señaló el jefe de Gobierno de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.
PREPARAN EL SISTEMA HOSPITALARIO ANTE EL AUMENTO DE CASOS
El Ministerio de Salud acordó con las provincias y el sector sanitario privado diferentes medidas para contar con camas y recursos disponibles de cara al aumento de casos de COVID-19 y de eventuales internaciones de los enfermos graves, al tiempo que el Ministerio de Defensa coordinó el alistamiento de hospitales y sanidades militares.
En esta fase, la clave es «empezar a reprogramar el funcionamiento de los servicios de salud para estar listos ante un aumento eventual de consultas e internaciones, o sea suspender cirugías programadas, liberar camas críticas», puntualizó la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, en el ya habitual reporte matutino que brinda cada mañana sobre la situación sanitaria en el marco de la pandemia de coronavirus.
El Gobierno intensificó asimismo las gestiones para contar con suficientes respiradores artificiales, a la vez que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y la Secretaría de Comercio lanzaron un operativo conjunto en distintas plantas industriales para garantizar el abastecimiento de alcohol en gel y mascarillas a la población.
Las Fuerzas Armadas también aportan sus instalaciones sanitarias para afrontar la crisis por el coronavirus bajo la coordinación del Ministerio de Defensa que, tras armar el hospital militar reubicable del Ejército en el predio de Campo de Mayo, en las afueras de Buenos Aires, dispuso el traslado del hospital reubicable de la Fuerza Aérea a las cercanías del Hospital Aeronáutico Central en el barrio capitalino de Pompeya para ampliar sus capacidades.
ARGENTINA PIDE AYUDA AL G20
De forma simultánea con los esfuerzos que se llevan adelante a nivel local, el presidente argentino participó esta mañana en la videoconferencia que realizaron los líderes de las principales economías desarrolladas y emergentes reunidas en el G20 y llamó al foro a suscribir «un gran pacto de solidaridad global» porque «nadie se salva solo».
“La urgencia que marcan las muertes nos obliga a crear un Fondo Mundial de Emergencia Humanitaria que sirva para enfrentar, mejor equipados de insumos, el contexto que vivimos», sostuvo Fernández.
El mandatario reconoció que Argentina enfrenta «el dilema de preservar la economía o la salud de la gente», en medio de una recesión que está a pocas semanas de cumplir ya dos años.
«Nosotros no dudamos en proteger integralmente la vida de los nuestros», declaró Fernández en la reunión extraordinaria convocada para analizar la pandemia del coronavirus. EFE