Portugal inició hoy una operación para realizar preventivamente la prueba de COVID-19 a medio millar de solicitantes de asilo que están alojados en pensiones y albergues de Lisboa, después de que hace una semana se detectasen 138 positivos en un hostel con refugiados.
Las autoridades sanitarias realizaron la prueba a 78 refugiados y dos trabajadores de una pensión de la capital portuguesa, en la que de momento no se ha registrado ningún caso positivo ni existen síntomas.
«No había casos positivos, es una medida que estamos tomando y que tomaremos en los próximos días en otros alojamientos», explicó en declaraciones a la prensa la delegada de Salud de Lisboa Central, Helena Almeida, que explicó que la operación fue «muy rápida».
En total, el Gobierno portugués quiere realizar pruebas a medio millar de solicitantes de asilo que permanecen a la espera de que finalice su proceso de protección humanitaria y que están en seis pensiones y albergues de la capital porque no hay espacio en los centros de acogida.
Esta operación se puso en marcha después de que hace una semana fuese evacuado un hostel de Lisboa que acogía a casi dos centenares de refugiados y en el que se detectaron posteriormente 138 positivos.
El caso hizo saltar las alarmas en el país debido a las condiciones en las que vivían estos solicitantes de asilo, compartiendo habitaciones y zonas comunes, lo que dificulta mantener el distanciamiento social para evitar el contagio.
Según datos remitidos a EFE por el Ministerio de Administración Interna, en la actualidad hay 386 solicitantes de asilo esperando una decisión del Servicio de Fronteras y Extranjeros (SEF) y otros 800 cuya solicitud inicial fue rechazada pero que recurrieron el proceso y aguardan una decisión judicial al respecto.
Alrededor de un millar están en diferentes tipos de alojamientos, la mitad aproximadamente en hostels y pensiones.
Los solicitantes de asilo son acogidos por el Consejo Portugués para los Refugiados, pero sus centros están saturados y por eso se ha recurrido a establecimientos externos para alojarlos. EFE (I)