44 supuestos terroristas mueren misteriosamente en cárcel de Chad

Cuarenta y cuatro personas detenidas por pertenecer supuestamente al grupo Boko Haram en Chad habrían muerto «asfixiados deliberadamente» en la cárcel, declaró hoy a Efe el presidente de la Liga Chadiana de Derechos Humanos (LTDH), Max Loalngar, tras publicar una investigación que contradice la versión del suicidio colectivo de las autoridades chadianas.

«En la víspera de la muerte de estas 44 personas, un misterioso humo había invadido la celda sobre las seis de la tarde y todos los prisioneros comenzaron a toser hasta que 44 de los 58 sucumbieron», declaró a Efe Loalngar abogado y presidente de la LTDH durante la presentación en Yamena de un informe sobre lo sucedido el pasado mes de abril.

«Fue a medianoche cuando los carceleros vinieron a trasladar a los supervivientes. Esto es lo que causó la muerte de estas personas arrestadas ilegalmente. Murieron debido a las malas condiciones de detención y fueron asfixiados deliberadamente hasta la muerte», añadió el presidente de la LTDH advirtiendo del hacinamiento de 58 personas en una misma celda a 45 grados a la sombra.

El informe presentado hoy y titulado «44 civiles, víctimas de ejecuciones sumarias y extrajudiciales en Yamena (capital de Chad)», cuestiona en 41 páginas la versión del suicidio colectivo dada en abril por las autoridades y que ya fue cuestionada por colectivos de la sociedad civil.

«Los resultados de la autopsia realizada por un médico forense concluyen que estos terroristas consumieron sustancias letales durante la noche. Naturalmente, fue un suicidio colectivo», declaró entonces el fiscal del Estado, Yousouf Tome.

Los 44 fallecidos fueron, junto a otras 14 personas, detenidos durante la operación militar «Ira de Bohoma» en la región del lago Chad, zona duramente golpeada por los radicales de Boko Haram y su escisión, el Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP), y traslados a la prisión de Yamena el pasado 13 de abril, muriendo 48 horas más tarde.

La operación, en la que fallecieron 52 soldados y unos 1.000 terroristas fueron abatidos, según fuentes castrenses, comenzó el 31 de marzo en represalia a un ataque atribuido a Boko Haram en el que perdieron la vida 116 soldados, el ataque más mortífero contra las tropas chadianas hasta la fecha.

«Las personas presentadas como prisioneros de Boko Haram no eran en realidad miembros de la secta de Boko Haram. No fueron arrestados en el campo de batalla, ni estaban en posesión de armas o instrumentos sospechosos», dijo Loalngar.

«La mayoría de estas personas eran agricultores, ganaderos, pequeños comerciantes y pescadores de las aldeas del lago Chad. Estaban regresando de los mercados semanales cuando fueron aprehendidos», aseguró el abogado y presidente de la LTDH, que exigió la liberación de los 14 supervivientes y una investigación.

En declaraciones a Efe, el periodista y analista político Laldjim Narcisse, sostuvo que se trató de un «ajuste de cuentas» porque «la presencia de jóvenes de las aldeas de esta zona en las filas de Boko Haram hace que el ejército piense que toda la población es cómplice».

Boko Haram fue creado en 2002 en la localidad de Maiduguri (noreste de Nigeria) por el líder espiritual Mohameh Yusuf con el propósito de denunciar el abandono al que las autoridades habían sumido a un marginado y empobrecido norte del país.

En aquel momento solo efectuaba ataques contra la policía nigeriana, al representar al Estado, pero desde que Yusuf fue abatido por agentes en 2009 el grupo se radicalizó.

Desde entonces, el noreste de Nigeria -y en los últimos años las áreas de Camerún, Chad y Níger fronterizas a su vez con la cuenca del lago Chad- viven bajo la amenaza yihadista.

Durante su sangrienta campaña Boko Haram ha asesinado a unas 27.000 personas y desplazado de sus casas a más de tres millones, según datos de la ONU. EFE (I)

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