¡Bien por Colombia!

Por Carlos Larreátegui
Quito, Ecuador

Un embarque inicial de 4 200 cajas de flores con destino a Miami puso en vigencia el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y EE.UU. Al cabo de 8 años de complejas negociaciones, estas naciones cerraron un acuerdo que tendrá efectos positivos en el conjunto general de sus economías.

Aunque los trogloditas de siempre lo nieguen, el libre acceso al mercado americano beneficiará enormemente a varios sectores productivos colombianos, particularmente los relativos a flores, textiles y confecciones. En contraparte, ciertas actividades como las avícolas, cárnicas, maiceras y arroceras enfrentarán, por primera vez, una seria competencia que obligará a mejorar la productividad y su propuesta de valor. Se calcula que el TLC creará cerca de 500 000 empleos, incrementará el comercio en un 40%, estimulará el crecimiento del PIB colombiano en alrededor del 1% y atraerá un 19% adicional de inversión extranjera.

El 5 de agosto de 2003, el representante comercial de los EE.UU. abrió negociaciones de un TLC con los países andinos. El Ecuador acometió el desafío y armó sus equipos negociadores para intervenir en las discusiones preliminares junto a sus vecinos. Tres años más tarde, sin embargo, el Gobierno de Palacio, atravesado por las contradicciones propias de su origen bastardo y sin una visión clara del contexto internacional, rompió unilateralmente las negociaciones en nombre de la “soberanía y la libertad de los pueblos”.

A partir de ese momento, y bajo el influjo sutil de Hugo Chávez, el Ecuador fue tomando distancias de los mercados occidentales y profundizando su dependencia petrolera. Pocos años más tarde y bajo los mismos argumentos ideológicos y populacheros de Palacio, el Gobierno de la revolución ciudadana abandonó la mesa de negociaciones con la Unión Europea y perdió un acceso privilegiado a nuestro segundo mercado más importante. Mientras Perú y Colombia, vecinos y competidores, han comenzado a dinamizar sus economías con esos acuerdos, el Ecuador se ha quedado solo y en una condición precaria para sostener su economía dolarizada.

Algunos sectores exportadores como el de flores o brócoli han dejado de ser viables en el mediano plazo. No se requieren dotes de adivino para anticipar que actividades exportadoras como esas sufrirán una quiebra irremisible y dejarán sin empleo a decenas de miles de trabajadores ecuatorianos.

Entretanto, el canciller Patiño continúa peregrinando a Venezuela para abrazar a su homólogo Maduro, anunciar grandes proyectos que nunca llegan y congratularse por la lejanía de los EE.UU., el Banco Mundial, el FMI, y todos aquellos espectros capitalistas que traumatizaron la juventud de nuestro Canciller y sus compañeros socialistas del Siglo XXI. Qué lástima que la orgía petrolera y consumista que vivimos impida reconocer estas realidades inquietantes.

* El texto de Carlos Larreátegui fue publicado originalmente en El Comercio.

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11 Comments

  1. Esta inconciente ceguera de nuestros dirigentes para NO querer apreciar en toda su magnitud el riesgo que corremos por no tener practicamente inversion extranjera ni acuerdos con nuestros principales socios comerciales,  por pensar que en este pais somos estupidos para no darnos cuenta de la precaria estabilidad que vivimos.
    Que esta pseudo estabilidad, mantenida aun, y casi exclusivamente por el precio del petroleo y los resagos de los prestamos chinos , no pueden mantenerse en el tiempo por la falta casi absoluta de inversion privada , por la fuga de talento y desarrollo empresarial privado que es el que da la mayor cantidad  y mejor calidad de fuentes de trabajo para nuestro pueblo, y que es despreciada y atacada por el oficialismo.
    Y todo esto despreciando la oportunidad de desarrollo estable que deberiamos aprovechar como «si», lo estan haciendo nuestros vecinos , los que nos dan una leccion de desarrollo y aprovechamiento de las oportunidades que nosotros , con mentalidad obtusa y politicas trasnochadas y fracasadas estamos desperdiciando.
    Ningun pais puede actualmente crear un desarrollo aceptable, basandose unicamente en la inversion estatal y el incremento irresponsable de la burocracia, (se dice que somos el pais con el aparato estatal mas grande de la region despues de Cuba)  sobretodo siendo un pais pequeño y no precisamente rico.
    Y nosotros seguimos toda esta situacion «como quien ve llover» y sin poder apreciar siquiera la posibilidad de una  luz al final del tunel.

     

  2. Ahora los productores vamos a tener que vender mucho más barato a comerciantes locales (verdaderas pirañas) y estos negociarán con colombianos y peruanos y a través de ellos llegarán nuestros productos a las perchas norteamericanas pero cubiertos con otras banderas.
    Podíamos haber evitado esa intermediación, pero, somos altivos y soberanos;…………. y cada vez más pobres.
    Gracias economista.

  3. El TLC abre las puertas de Colombia a todos los productos norteamericanos, y establece una legislacion a favor de las transnacionales americanas que se establescan en Colombia. Las flores ya entraban a EEUU libre de aranceles por el ATPDA en el cual estan incluidos mas de 5000 productos colombianos. El TLC sera un desatre para Colombia tal cual sucedio con Mexico, de eso no hay ninguna duda.
    El Sr, Larrategui pertenece a la misma academia que el Sr. Enrrique Ayala Mora asi que no podemos esperar mucho de sus analisis.

  4. Hay muchos productos que no pueden ser vendidos en USA por no tener en vigencia un TLC. Los países amigos de los actuales gobernantes o son competidores con los mismos bienes o  tan pobres que casi compran nada a Ecuador. Lo importante es que haya empleo para que el País progrese y esto sólo se puede hacer con un aumento de exportaciones a mercados enormes como USA y la UE. No sé que tratan de hacer los que gobiernan, veo que prefieren seguir repartiendo bonos para obtener votos mientras el País se hunde.

    • es verdad lo que ud. dice la gente que no sabe dice disparates sin analizar me pregunto si los que estan en contra de tlc se irian a vivir a cuba no hay tlc con ningun gobierno a ver quieren ganar $ 30 mensuales

  5. Los tratados comerciales deben ser específicos y complementarios.  Un TLC no es la solución, ni para Perú ni Colombia, no es el modelo de desarrollo que deberíamos seguir.  Lo que más vendemos a EEUU es petróleo, y lo vamos a seguir haciendo.  La competencia de precios es perjudicial a largo plazo y deberíamos esforzarnos más en dar valor agregado a nuestras exportaciones.

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