“¡En guardia…!”

Por Lula Garay
Guayaquil, Ecuador

A propósito de las Olimpiadas y los acontecimientos que estamos viviendo en el país, por algún extraño pero comprensible motivo viene a mi cabeza como sería el “ecuaesgrima”.

Categoría lengua de “sable”: Arma rosada, sin punta pero con filo, con la que puede esgrimir ciento quinientos palabras por minuto y que cuyo contenido es nulo, solo hace feliz a quien la usa, emboba a ciertos contrincantes, anula la razón de otros, y puede llegar a herir mordazmente.

Categoría medidas “florete”: Dícese del arma con el cual se puede llegar a «entucar» el lateral del rival, de los que están en el otro bando, del que «floretea», es decir al que no está de acuerdo con ese toque al que seguro el árbitro lo llamara “touche el bolsillé”.

Categoría “espada” de alfa-ro: denominada alfa por se el primer movimiento, especialidad instrumento rodador (de ahi el -ro-), ajusticiando a quien encuentra a su paso, justificando cada golpe como histórico.

Lo cierto es que sea sable, florete y espada, se la debe utilizar en dos posturas, sea en el ataque por parte de uno solo y la defensa por quienes reciben las punzadas. Conocida en la antigüedad como el deporte de “tiradores” y que permite sendos duelos.

De esta manera, que aunque se lea como irónica, es el sentir de muchos ciudadanos que los hemos observado ejercitarse por más de un lustro en este «deporte» en las categorias arriba señaladas; con énfasis en estos últimos meses, a lo mejor por el tiempo de Olimpiadas. Dichas estocadas bien puede llamarse avionetas, submarinos, firmas, insultos, cadenas, cierre de medios, inacautación de equipos de una revista, sicariato, muerte, inseguridad, mofas, burlas, IP, alcohol, tabaco, dudas de los funcionarios que deben administrar honestamente lo público; basandose en el «ser y parecer», Paredes (aquí dos en uno) y así, un sin fin de palabras que nos traen a la memoria hechos que nos dejan la sensación que la Libertad cada dia es más escasa. Que nos tienen a los ciudadanos «en guardia», por que no sabemos en contra de quién o cómo sera el próximo ataque.