La muerte del gris

Por Vicente Albornoz
Quito, Ecuador

El gris ha muerto y en todas sus tonalidades. En el Ecuador de hoy, solo hay espacio para el blanco y el negro. Y eso es una tragedia.

Nada en el mundo es totalmente bueno o totalmente malo, nada es puramente blanco o puramente negro, pero demasiados ecuatorianos han perdido la capacidad de reconocer los tonos de gris que existen en la realidad y sus miradas simplifican al extremo el complejo mundo que nos rodea, o sea, lo convierten a blanco o negro.

Hace poco, un conocido argumentaba que «con esto de las firmas falsas, se ve que todos los políticos son corruptos», ya que todos los partidos tienen firmas falsas. Ante lo que yo argumenté «no, justamente con esto de las firmas falsas se puede ver los múltiples tonos de gris en la política ecuatoriana». Después me quedé pensando que, a raíz de la muerte del gris, yo estaba hablando en chino.

Porque en «esto de las firmas falsas» hay toda una enorme gama de instituciones que van de «bastante buenas» a «bastante malas». Y nadie ha tenido la honestidad de reconocer a las «bastante buenas».

Entendamos el proceso de «las firmas». El CNE tiene los formularios donde constan las firmas de quienes se afiliaron a un movimiento y puede comparar cada firma con el acta de la mesa electoral donde cada afiliado votó en las últimas elecciones. Cuando las firmas son iguales, se toma como «firma válida»; si no hay firma en el acta de la mesa, se califica como «no firma», si las firmas son similares pero no idénticas, se las define como «en suspenso» y las evidentemente distintas son «inválidas».

Según los datos publicados por el CNE, luego de revisar el 10% de las firmas, resulta que Sociedad Patriótica solo tiene un 5% de firmas inválidas. El resto son las similares o las de personas que no votaron en las últimas elecciones. Mientras tanto, el Prian tiene cerca del 32% de firmas inválidas.

Cuando un movimiento busca firmas de adherentes, supongo que se acercarán en la calle a pedirle a uno que les apoye. Supongo que puede haber un 5% de gente que ponga una firma falsa. Es más, hasta podría esperarme más de 5%. Por lo tanto, si PSP tiene tan pocas firmas inválidas, algo tiene que haber hecho bien y creo que lo correcto es reconocerlo, porque eso les ubica en el área más clara del gris.

El segundo partido con menos firmas inválidas es el Creo con 12% y todavía está en un gris claro. Alianza País con 18% estaría en un gris bastante gris. Por su parte, Prian, PRE y Concertación, todos con más del 23% de firmas inválidas están más hacia el lado oscuro del gris.

Claro que estos datos se basan solo en el 10% de las firmas, habrá que ver qué pasa con un análisis de la totalidad. Pero lo más probable es que nada pase a ser ni blanco ni negro, sino que solo cambien en algo los tonos de gris. Gris, ese color que no debe morir.

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7 Comments

  1. Muy buena opinión! Casi todos seguimos cayendo en ese juego maniqueo del blanco y negro, tanto para rechazar el autoritarismo como para apoyarlo. No dejemos morir al gris!

  2. Muy buena opinión! Casi todos seguimos cayendo en ese juego maniqueo del blanco y negro, tanto para rechazar el autoritarismo como para apoyarlo. No dejemos morir al gris!

    • Solo por suponer: ¿Y si la mayoría de «firmas falsas» se deben a un error de programación en el sistema informático que comparaba las firmas, en cuyo caso el sistema comparaba la firma de Juan con la de Pedro? ¿O si el apoyante puso su firma real en la afiliación, puso otra rúbrica en el padrón, pero su firma en el registro civil coincide con la primera (y que no fue tomada en cuenta)? Esos no serían «matices» de gris?

      ¿De verdad es IMPOSIBLE que haya ocurrido uno de los dos supuestos, ambos u otros «matices»?

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