Los Nobel y los genios de la economía

Nicholas Gachet
Quito, Ecuador

Como muchos ya debemos saber, existen dos genios en materia económica en el Ecuador. Un gran genio, que habla desde la tarima, y un «niño» catalogado como prodigio, sobrevalorado, a mi parecer. Reitero, todos sabemos quiénes son, ¿para qué nombrarlos?

Sus enunciados son únicos y sus verdades, lamentablemente, absolutas.

¿Acaso no es la economía una ciencia social y, por ende, puede tener varias versiones desde distintos puntos de vista?

Bueno, muchos no catalogarían a la economía ni siquiera como ciencia pero eso es tema para otro artículo.

La amplia gama de interpretaciones, análisis y acumulación de conocimiento tanto empírico como teórico refleja a la economía como una materia compleja y que es capaz ( ¿o no?) de englobar diversos temas (variables) en función de políticas, ideologías o teoría académica. Un claro reflejo de esta relatividad son los mismos premios Nobel de Economía.

Los premios Nobel, en esta materia, no siempre siguen una misma senda, más bien suelen tener visiones distintas, a veces hasta contrarias. Ejemplos: Joseph Stiglitz (que sin duda alguna sí es un genio) es muchas veces relacionado al lado intervencionista y keynesiano. Lo mismo sucede con Paul Krugman (otro genio de verdad, pero algo excéntrico). Por otro lado premios Nobel como Milton Friedman o F.A Hayek son de tendencia liberal y no tienen mucho, o nada que ver, con los anteriores en relación a tendencia y visión del individuo y el rol del Estado. Los últimos ganadores, Hansen, Fama y Schiller, son economistas que discrepan (sobre todo Fama y Schiller, en algunos temas) y fueron merecedores del galardón al mismo tiempo.

Yo sé, es un poco confuso y hasta cómico (en el buen sentido). No obstante, hay que tener en mente que estos personajes aportaron, de manera notable, a la academia y al estudio de la economía desde diferentes perspectivas.

Como vemos, cuando se habla de economía, no se puede tener una verdad absoluta ni tampoco cegarse a lo dicho por UN premio Nobel.

A mi juicio, la economía no se trata (por el momento) de tener las respuestas definitivas, sino de formular las preguntas adecuadas. Entiendo, es un poco ambiguo, pero un verdadero estadista y académico debería tener esto en consideración.

Probablemente, a nuestros genios económicos, les falta un poco de apertura académica, dejar por un momento el mainstream en el cual están inmersos y respetar, tolerar y debatir con los que pensamos (con fundamento) diferente.

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