¿Feliz Año, Fuerzas Armadas?

María Fernanda Egas
Miami, Estados Unidos

Al parecer, las incursiones de fuerzas policiales a los domicilios del activista Fernando Villavicencio y del asambleísta Cléver Jiménez, en pleno inicio del feriado de fin de año decretado por el gobierno, son vistos como actos fríamente calculados. La confiscación de información a quienes realizaron denuncias altamente incómodas para el poder y que han trascendido internacionalmente, ha estallado como juegos pirotécnicos en el cierre del balance de este 2013. Pero me atrevería a pensar que esto es apenas el inicio del espectáculo de luces y colores que se desplegaría en el transcurso de estos días, mientras el país farrea en espera del primer cebiche del 2014. El chuchaqui, tarde o temprano. vendrá.

Fresco está el vídeo que el Alto Mando de las Fuerzas Armadas del Ecuador liberó el jueves 12 de diciembre por YouTube y se difundió por las redes sociales. Así estamos en el tema de las libertades, que los más poderosos militares no consideraron transmitir su mensaje por radio, televisión o prensa escrita sino recurrir a las mismas vías de difusión que hoy en día le quedan a la disidencia.

En él, expresaron su preocupación por el IV Libro del Código de Seguridad Ciudadana, que contiene la reducción de las Fuerzas Armadas mediante transferencias voluntarias hacia servicios en otras instituciones como la Policía Aduanera, Vigilancia de Tránsito, Guardia Nacional Ambiental y Cuerpo de Seguridad Penitenciaria. Recordemos que el presidente le restó importancia a las palabras del Alto Mando considerándolo un “desliz”; mientras el secretario de la presidencia lo tildó de “un vídeo para calmar rumores”, y luego la Ministra de Defensa lo minimizó como “una tormenta en un vaso de agua”.

¿Será un impasse sin importancia?

De acuerdo al libro “El Gran Hermano”, que convirtiera a los periodistas Juan Carlos Calderón y Christian Zurita en perseguidos políticos, las crisis entre las Fuerzas Armadas y el Ejecutivo se “calman” ante la luz pública, el presidente estila dar un tiempo de agonía y luego consigue su cometido.

Así narran los acontecimientos de la “Rebelión de la Infantería de Marina” iniciados el 14 de noviembre del 2007 y concluidos el 14 de enero del 2008, a las puertas de la celebración del primer año de su gestión.  De acuerdo a lo que recogen las páginas de este libro publicado en el 2010, el gobierno de la revolución ciudadana habría enfrentado dos crisis de esta naturaleza, originadas por la sumisión de un alto oficial al proyecto revolucionario y por el involucramiento oficial de la Armada en los negocios petroleros.

Esta situación fue prolongada hasta los primeros días del 2008, y en ella hay acusaciones internas de violar procedimientos reglamentarios y presiones políticas desde Carondelet para ascensos, la solicitud de baja de los altos oficiales, en fin, una crisis que puso en guardia a 1.600 soldados de elite. Pero el gobierno manifestó que se trataba apenas de disputas personales entre dos altos mandos de la Marina, que no pasaba nada en la Armada. Hasta deshacerse de los altos mandos inconformes con la nueva política gubernamental.

Desde entonces, ha corrido mucha agua bajo el puente. Las Fuerzas Armadas han mantenido su actitud obediente y no deliberante. Hasta una nueva crisis. ¿Qué tan malo puede ser pasar al personal de las Fuerzas Armadas a servicio pasivo si se han desvanecido los enemigos externos? Se ha firmado la paz con el Perú y se han limado las asperezas con la administración Santos.

Veamos lo que dice Carlos Sánchez Berzaín, ex Ministro de Defensa de Bolivia, en su libro “La Dictadura del Siglo XXI en Bolivia”: desde antes del golpe de estado del 17 de octubre de 2003, “el líder cocalero contaba con el apoyo de los servicios de inteligencia de la Cuba castrista que operaban y operan desde su embajada en la Paz (…) Evo Morales ha desarrollado un sistemático desmantelamiento de la institucionalidad de las Fuerzas Armadas a partir de los mandos militares». Hasta que estas se declararon Fuerzas Armadas revolucionarias, antiimperialistas y socialistas.

Merece especial atención la mención de la “Escuela de Defensa y Seguridad del ALBA”, a cuya inauguración en Santa Rosita de Paquió, el 31 de mayo de 2011 habría asistido el Ministro de Defensa de Irán, Ahmad Vahidi, “con orden de captura internacional por su participación en los actos terroristas contra la Mutual Judía de la AMIA en Buenos Aires, en 1994, quien fue personalmente recibido y atendido por Evo Morales.” dice Sánchez Berzaín.

A pocos días de “quemar el viejo” 2013, aletargados por desengaños, extractivismo, denuncias de impunidad y corrupción, amenazados ante un nuevo Código Penal hiperpunitivo, acudo al autoexamen del exguerrillero argentino Luis Labraña, cuyas confesiones estremecedoras en el programa “El Espejo” en TLV1 invitan a una reflexión profunda.

Cuando el entrevistador Juan Carlos González le expone que la política que persiguió a los mejores hombres de las FFAA, que echó y acobardó a los que quedaron, causó la actual inseguridad y el avance del narcotráfico, Labraña dice: “Nos desmantelaron, no somos una nación ya… Fuimos ciegos para darnos cuenta cómo estábamos operando a favor de intereses externos”.

¿Qué sucederá en Ecuador? Ojalá nada semejante.

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