Asia versus Latinoamérica

Gonzalo Orellana
Londres, Reino Unido

Si en 1960 a alguien le hubieran pedido que apostara por qué región estaría mejor 50 años después entre Asia y Latinoamérica, pocos habrían escogido a Asia, y sin embargo quien lo hubiera hecho, habría ganado por goleada. En aquel momento la mayor parte de Asia se encontraba sumergida en la miseria; el país más poderoso: Japón, gran perdedor de la segunda guerra mundial y en proceso de recuperación; Corea separada en dos por una guerra civil y China con un ingreso per capita similar al del país más pobre de nuestra región. Por el contrario America Latina, con su cercanía geográfica y cultural con EE.UU. y Europa, que no sufrió los estragos de la segunda guerra mundial y con ingresos superiores a los asiáticos, se veía como la gran candidata al desarrollo. La historia da vueltas inesperadas.

Asia tiene varios casos de éxito, el crecimiento de Japón entre 1950 y 1980 fue extraordinario, lo hecho por Corea del Sur, Singapur o Taiwán, es simplemente increíble. Pero sin duda el caso más notable es China, un país rural, poco educado y absolutamente empobrecido hasta 1970, está a punto de convertirse en la economía más grande del mundo ajustado por paridad de compra (según cifras del Banco Mundial) a finales del 2014. Entre los primeros 30 países en el índice global de competitividad del WEF, aparecen 8 naciones asiáticas y ninguna latinoamericana.

Existen algunos elementos que explican la diferencia entre Latinoamérica y Asia, aquí algunos de los mas relevantes: el primero es la educación, los países asiáticos la han puesto como centro de su desarrollo y esto les ha traído no solo enormes beneficios sino también grandes resultados que se pueden ver por ejemplo en que de las 10 naciones con mejores resultados en los exámenes PISA del 2012, 7 son asiáticos: Japón, Corea, Singapur, Taiwán y 3 ciudades chinas que tomaron exámenes de manera separada: Shangai, Hong Kong y Macau. Por el contrario los 8 países Latinoamericanos que dieron el examen (Ecuador no participó, pero lo hará en la próxima edición de 2015) se encuentran entre los últimos 12 puestos. Chile, el mejor latinoamericano se encuentra por debajo de Tailandia, un país con menores ingresos. Malasia un país de ingresos medios se encuentra por encima de nuestras economías más grandes: Brasil, México y Argentina. Finalmente vemos que Perú cierra la lista, por debajo de Indonesia, un país que con 300 millones de personas y con la mitad de su pib per capita logra superarlo.

Si los resultados de los exámenes PISA no nos parece suficiente evidencia para ver cómo nos llevan la delantera en aspectos educativos, podemos ver los rankings de las mejores universidades, por ejemplo en el ranking de Shangai, uno de los mas completos, aparecen 10 instituciones latinoamericanas, mientras países como Japón cuenta con 20, Corea del Sur con 11, Taiwan con 9 o China con 28.

El otro elemento importante son los niveles de ahorro e inversión; no es una coincidencia que países como Japón o China tengan las tasas de ahorro más altas del mundo. Aun con niveles de ingreso per capita modestos, el pib per capita chino esta por debajo del de Ecuador por ejemplo, el ahorro promedio de los ciudadano chinos es cercano al 40% de sus ingresos. Esto les permite tener también los niveles más altos de inversión en activos fijos del mundo, en años recientes China destinó hasta el 45% de sus PIB en infraestructura, similar a lo que hicieron en su momento Japón o Corea del Sur. La inversión en infraestructura permitió incrementar decisivamente la capacidad productiva y volverse más competitivos.

Existen elementos adicionales como: el énfasis en exportar y la ayuda de los gobiernos a sus empresas a internacionalizarse, la atracción de inversión extranjera, la enorme capacidad de los países asiáticos para ponerse metas y cumplirlos, así como rasgos culturales como la disciplina y el esfuerzo. No todo es positivo evidentemente, una parte importante de su crecimiento se ha basado en usar y abusar de su mano de obra, sobretodo en los niveles iniciales de desarrollo. O la ausencia de democracia, pues no hay que olvidar que tanto Corea del Sur como Singapur se desarrollaron de la mano de gobiernos autoritarios que permanecieron en el poder durante décadas, o China que tiene un sistema de partido único.

En America Latina hemos sufrido algunos de los problemas de Asia: nuestras propias versiones de gobiernos autoritarios y abusos a los trabajadores, a lo que habría que sumarles una larga lista de problemas que Asia tiene en menor medida: criminalidad,  desigualdad, grandes dosis de corrupción e incapacidad gubernamental, entre otros. Mirando la foto de nuestra región y la de Asia en 2014 inevitablemente te deja una sensación de frustración por las múltiples oportunidades perdidas de America Latina y de admiración por los países asiáticos que aun teniendo todo en contra supieron reinventarse y crecer. Miremos a Asia, tienen mucho que enseñarnos.

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