Don Quijote y Don Alfonso

Fabián Pozo
Cuenca, Ecuador

Pocas obras tienen el poder de atravesar los tiempos como aquella del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, publicada entre 1605 y 1615 por el genio de Cervantes Saavedra.

Don Quijote ha sobrevivido a los tiempos representando la imagen de quien fuere quizá el último caballero andante (aún cuando en la obra su figura representa una sátira de los libros de caballería) y representa hoy la imagen de valores como el respeto, el idealismo, el amor idealizado y la búsqueda de la justicia.

Estos valores configuran lo que hoy llamamos un “acto quijotesco”: una expresión inusual de caballerosidad, respeto e idealismo; actos escasos como escasa es la caballería andante, y que por ello destacan entre la multitud.

Los actos quijotescos son escasos, pero no están extintos; precisamente en esta semana –después de que algunos diarios dejaran de circular acusando a la Ley de Comunicación y la censura- fuimos testigos de un acto de caballería que es el motivo de este texto:

El periodista más antiguo en la televisión ecuatoriana, Alfonso Espinosa de los Monteros, presentó el mensaje de Ecuavisa negándose a retransmitir las cadenas gubernamentales obligatorias en las que se ataque la honra de periodistas e instituciones, mensaje que fue aplaudido en redes sociales en una forma sin precedentes recientes, aplaudiendo la decisión del canal de rechazar expresamente  pasar una cadena que sugería el retiro de Alfonso Espinosa por su edad.

Efectivamente, casi todos crecimos con Don Alfonso en las noticias, pues lleva en ello desde 1967. Incluso se ha bromeado acerca de su larga trayectoria, pero siempre con un indudable respeto por su profesionalismo y credibilidad. Como el Quijote en las lecturas de colegio, siempre ha estado allí, y la sintonía de su noticiero indica que la gente quiere que siga estando allí.

En medio de las estrictas regulaciones y del recelo que implantaron en el periodismo las multas impuestas a varios medios críticos como Teleamazonas, Diario El Universo, entre otros, y que han sacado del aire a la mayoría de periodistas incisivos como Jorge Ortíz, Carlos Vera y Janeth Hinostroza, la voz de protesta de Don Alfonso ha llamado la atención de muchos, habiendo circulado en Twitter incluso un temor por posibles sanciones al canal.

Que yo recuerde, es el primer acto de “rebeldía” expresa de un medio de comunicación masivo frente al gobierno desde la aprobación de la Ley de Comunicación.

Quizás Alfonso Espinosa de los Monteros corresponde a otros tiempos del periodismo, en el que la crítica y la libertad de expresión reinaban, cuando la profesión del periodista requería ser ejercida con cierto idealismo quijotesco.

Su voz de protesta contra el uso de cadenas gubernamentales para atacar a ciudadanos es un ejemplo de caballería, de valentía y entereza que obliga a aplaudir su accionar.

¡Salud por Don Alfonso y aquellos medios independientes que aún quedan!

Valientes y comprometidos con valores como la independencia de la prensa, mientras otros guardan silencio por miedo; la historia los recordará como verdaderos caballeros andantes de la libertad de expresión, enfrentando la censura del poder en los tiempos más adversos.

Los ciudadanos estamos con ustedes. Como dijera Don Quijote al hacer frente a los Molinos de Viento que se veían como gigantes:

“¡Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete!”

  • Fabián Pozo, que en 2021 asumió como Secretario Jurídico de la Presidencia de la República, publicó este texto en LaRepública el 3 de agosto de 2014.
Alfonso Espinosa de los Monteros, el día de su retiro como presentador del noticiero Televistazo, de la cadena Ecuavisa.

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