Charlie Hebdo

Juan Carlos Díaz-Granados Martínez
Guayaquil, Ecuador

Es un semanario satírico de la izquierda francesa. Con caricaturas que han venido logrando el enfado de musulmanes, judíos y cristianos. No me gusta su trabajo, pero eso no significa que apoyo la autocensura o la censura estatal de ese medio. Charlie Hebdo existe, porque ha captado un mercado que acoge su línea editorial. Las personas que se han sentido injuriadas, demandaron al periódico. Eso es lo civilizado.

Algunos piensan que los dibujantes jugaban con fuego al publicar caricaturas de Mahoma. No estoy de acuerdo. El asesinato es la última forma de censura de quienes se quedan sin argumentos. Ese tipo de actos deja mal parado al mundo árabe, que es lo que seguramente, los terroristas quieren lograr para impulsar la lucha religiosa. Pretenden que el público perciba que todos los árabes son violentos, cuando la realidad es lo contrario. Como advertencia, vale la pena recordar que Nostradamus vaticinó que el inicio de la tercera guerra mundial será consecuencia de una gran lucha por el poder mundial entre China, Estados Unidos y el mundo islámico.

¿Quiénes quieren censurar? Aquellos líderes que renuncian al camino de la verdad, la justicia y la no violencia para resolver conflictos, anteponiendo exigencias personales, corporativas, religiosas o nacionalistas. Las consecuencias de ese comportamiento son desastrosas. Los siglos XX y XXI han sido los más sangrientos de la historia de la humanidad. En todos los casos, la violencia se encontró con más violencia.

Mahatma Gandhi confrontó con no violencia, al imperio más grande y poderoso y aseguró la libertad para la India, con una quinta parte de la población de la Tierra. Inspiró luchas no violentas de gente que logró la descolonización alrededor del mundo, terminó con la opresión racial en los Estados Unidos y en Sudáfrica y dio fin a las dictaduras de Polonia, Rumania, Hungría, Checoslovaquia, la República Democrática Alemana, Estonia, Latvia, Lituania, Filipinas, la Unión Soviética, Chile, Serbia, Georgia, Ucrania, Uzbekistán, Túnez y Egipto. John Lennon nos hizo soñar, en su canción Imagine, con un mundo en el que no existen países, razones por las cuales asesinar o morir; sin religiones, viviendo en paz.

Por eso no me gustan los gobiernos que administran muchos medios de comunicación y sobre los pocos privados que quedan, pende una espada de Damocles a través de leyes de comunicación limitantes. París se convirtió en la capital del mundo al salir a las calles para defender la libertad de expresión. Los demás la siguieron porque nada justifica la restricción de la libertad del ser humano.

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