¿La rueda de adelante o la de atrás?

Gonzalo Orellana
Londres, Reino Unido

El crecimiento económico se puede alcanzar de dos formas: la primera es producir de manera más eficiente utilizando los factores de la producción que tiene un país: capital, trabajo, recursos naturales o tecnología; la segunda es incrementar dichos factores de cara al futuro. Poniendo el ejemplo simple de una empresa, esta debe utilizar de la mejor manera sus activos, sus empleados, sus inventarios pues esto le permite producir más con los mismos elementos, pero también debe cada cierto tiempo ampliar el tamaño de su fábrica, para incrementar su potencial de crecimiento.

Esta visión del crecimiento económico nos permite identificar dos tipos de factores. Aquellos que incrementan el potencial futuro, por ejemplo la infraestructura, el talento humano (educación, salud, y otras políticas sociales) y la investigación y desarrollo (I&D), mientras que los factores que habilitan el crecimiento son el marco legal, políticas tributarias, instituciones y entorno de negocios. Los países que alcanzan el desarrollo son los que han sabido combinar los dos tipos de factores, es decir tienen marcos regulatorios simples, instituciones fuertes y entornos amigables para hacer negocios, pero además piensan en el largo plazo y por tanto invierten en sus ciudadanos, destinan importantes recursos para I&D, tanto a nivel público como privado, e invierten en la infraestructura que les permite tener siempre espacio para crecer.

Cuando una nación invierte tan sólo en uno de los dos grupos de factores, se puede crecer económicamente, pero esto sólo será temporal. Miremos primero a las naciones que se enfocan en los habilitadores y no en el potencial. La razón por la que un gobierno suele enfocarse en estos factores es porque requieren menos tiempo para mostrar resultados, a diferencia de invertir en educación o en I&D que suelen requerir de largos periodos para ver su impacto, mejorar las leyes que facilitan la creación de empresas es mucho más rápido. Si un país se enfoca solamente en los habilitadores puede crecer durante algún tiempo, pero eventualmente encontrará que su infraestructura está colapsada, su mano de obra no está al nivel de lo que requieren las empresas y que su capacidad de innovación es muy reducida dada su baja inversión en I&D.

Algunos ejemplos regionales: hay estudios que calculan que el precio de llevar un contenedor desde Barranquilla, el puerto más grande de Colombia, a China es más barato que llevarlo desde Bogotá a Barranquilla por lo limitado de su infraestructura. Otro ejemplo, según un reciente reporte de la CEPAL y la OIT, casi 7 de cada 10 trabajadores peruanos son informales, entre otras cosas porque no cuentan con el nivel educativo que las empresas requieren.

Veamos qué pasa cuando un país por el contrario se enfoca únicamente en incrementar el potencial sin considerar los factores habilitantes. El Ecuador actual es un ejemplo claro; aun sus más radicales opositores aceptan que la inversión en infraestructura del actual gobierno es significativa, adicionalmente se han invertido importantes recursos para mejorar el acceso y la calidad de la salud y la educación, así como para insertar en la sociedad y el mercado a gente históricamente excluida, por ejemplo los discapacitados.

Recientemente el gobierno ha decidido apostar por mejorar la educación superior e invertir en innovación. ¿Dónde radica el problema de Ecuador? En los habilitadores, dada la poca importancia que el gobierno le da a estos. Ecuador lleva años estancado en el ranking de facilidad de hacer negocios del Banco Mundial, las leyes y reglamentos tributarios sufren constantes cambios, sin que nunca se considere al sector privado, y hay poco esfuerzo por reducir las históricamente enormes trabas burocráticas. El problema de este enfoque es que el mayor potencial de crecimiento no se materialice en dinamismo económico si el sector privado no tiene la capacidad o voluntad de aprovechar dichas mejoras.

Latinoamérica, una región propensa a los extremos, ha transitado de la izquierda (usualmente enfocada en incrementar el potencial) a la derecha (más preocupada en los factores habilitantes), debatiendo como se consigue crecimiento económico, un debate tan inútil como discutir cual rueda de la bicicleta es más importante, si la de adelante o la de atrás. Los países exitosos cuentan con estados eficientes y capaces de planificar e invertir a largo plazo y con sectores productivos a los que se estimula, ayuda e incentiva buscando su crecimiento. El que quiera avanzar grandes distancias, encontrará que es mucho mejor que su bicicleta tenga dos ruedas.

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