Tacla: ¿empezó el dominó?

Según boletín de prensa de la Fiscalía del Estado, del 22 de abril de 2017, “Tacla, en su declaración, señaló que la empresa brasileña habría entregado a Alecksey M. un millón de dólares para agilizar el trámite relacionado con la hidroeléctrica Toachi Pilatón en su fase de ejecución”. No es secreto que bajo la gazmoñería de la inicial del apellido, el boletín se refiere al exministro de Energía Alecksey Mosquera. Habrá ahora que investigar si cualquier pago recibido fue por servicios contratados recién después de que fue ministro, o si estamos frente a la ejecución aplazada de las “promesas aceptadas” a las que el Código Penal de la época calificaba como cohecho (art. 285).

Al margen de lo anterior, hay otro tema de fondo: dice la Fiscalía que el pago a Mosquera se habría realizado por transferencia hecha en febrero de 2011 por Klienfeld (“offshore” creada por Odebrecht) a unas cuentas en la Banca Privada de Andorra (BPA). Si esa Klienfeld es la misma Klienfeld Services Ltd. cuyas millonarias cuentas en el Antigua Overseas Bank quedaron congeladas allá por el año 2012, hay entonces que insistir que la Fiscalía pida cooperación judicial a Antigua y Bermuda -hasta ahora no lo ha hecho-, pues desde aquel banco -así como desde el Meinl Bank Antigua, del mismo país- Tacla manejaba cuentas abiertas a nombre de varias “sociedades”, cuyos nombres constan en las revelaciones que, en acuerdo con la Fiscalía brasilera, hizo el 17 de junio de 2016 el banquero Vinicius Veiga Borin (página 10). Esa declaración es pública.

Lo que aún no es público es qué otras transferencias hizo Odebrecht, desde Klienfeld o desde cualquier otra fachada. Hay que seguir indagando, pues Tacla dijo solo saber de Mosquera, cuando respondió la veintena de generalidades preguntadas. A lo mejor hay -al menos- otro millón transferido al BPA, de los 33,5 millones reconocidamente pagados en sobornos.

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