Ad Astra

Carlos Jijón Jurado

Guayaquil, Ecuador

Los últimos meses del año son una temporada muy interesante para ir al cine. En septiembre y octubre tenemos películas de terror y poco después llegan las cintas que aspiran a premios, pero últimamente hay algo quizá más emocionante que esperar. Eso es, por supuesto, la película de ciencia ficción con grandes estrellas y un alto presupuesto. Los últimos años tuvimos InterstellarGravity Arrival y ahora llega Ad Astra, protagonizada por Brad Pitt.

La película sigue a Roy McBride (Pitt), un astronauta con la misión de encontrar a su padre, quien se perdió en el espacio hace mucho tiempo y se creía muerto. El filme tiene ese tono de ciencia ficción dura que va por un realismo extremo. Esto significa que si quieres ver algo como Star Trek,con increíbles naves espaciales o ciudades extraterrestres, no estás de suerte. Todo lo que verás en Ad Astra son claustrofóbicas estaciones espaciales apenas más avanzadas que las que ya existen en el mundo real.

No es una película muy original. La trama es básicamente Apocalypse Now en el espacio. Tú sabes, protagonista en una peligrosa misión secreta para encontrar a persona que podría haber enloquecido. También hay una clara inspiración de cintas como Blade Runner 2001: A Space Odissey en el diseño de producción y efectos especiales. Y no es que eso sea un problema. Si vas a robarle a una película, róbale a las mejores, pero creo que Ad Astra no logra replicar lo que hizo a esas cintas tan exitosas.

Blade Runner, por ejemplo, tenía un mundo futurista muy parecido al de Ad Astra. La diferencia entre ambas películas es que el universo en Blade Runner estaba rodeado de misterio. La historia nunca se detenía a explicarte cómo funcionaba todo y eso hacía que el mundo se sienta intrigante. Ad Astra toma el camino contrario y decide explicar cada detalle a profundidad, que es aburrido aparte de innecesario.

La película tiene un serio problema explicando extensivamente cosas que no son muy complicadas. Como en una escena en la que Brad Pitt llega a la luna y vemos que el lugar es idéntico a un aeropuerto comercial, con todo y cadenas de comida rápida. Es un bonito detalle con el que puedes entender mucho de cómo el viaje a las estrellas ha sido comercializado y banalizado. Pero la película no cree que seas lo suficientemente listo como para darte cuenta por ti mismo así que el personaje lo explica en voz alta por unos buenos veinte segundos. Lo peor es que 2001 hace exactamente lo mismo sin la narración.

Pero quizá no es justo comparar a esta película con los clásicos que está tratando de emular. ¿Qué podemos decir de Ad Astra por sí sola? Bueno, tiene muy buenos efectos especiales. La introducción es espectacular y el resto de la cinta también tiene un gran diseño de producción, donde claramente se puso mucho esfuerzo por hacer que todo se vea realista. Eso sin mencionar una excelente actuación de Brad Pitt, que dota a su personaje de mucha profundidad incluso cuando su personaje no tiene mucho diálogo. Son cosas admirables que hubiera disfrutado mucho ver en una película con una historia más interesante.

La trama es terriblemente predecible. ¿Alguien de verdad se va a sorprender cuando resulte que el protagonista sí se sentía involucrado emocionalmente en la misión aunque decía no hacerlo? Y ese es solo el primero en una larga lista de clichés. Estos incluyen (pero no se limitan) a la esposa que abandonó al protagonista justo antes de que empiece la acción y la misteriosa energía que podría destruir a toda la vida en el planeta pero no lo suficientemente rápido como para que no podamos solucionarlo antes de que suceda.

Cuando empecé a ver la película pensaba que al menos podría haber alguna idea interesante de ciencia ficción, como un mundo alienígena o alguna tecnología extraña, pero pronto me di cuenta de que no tendría tal suerte. “Esta es una película seria”, parece decir. “Mientras menos pase mejor”.  Interstellar fue muy criticada cuando se estrenó pero al menos tenía agujeros negros y robots. Ad Astra sacrifica la diversión en nombre del realismo, pero incluso falla en eso porque se olvida de las leyes de la física o la ingeniería cuando le es conveniente. Esto es especialmente cierto al final, donde las reglas de lo que se puede o no hacer en el espacio carecen de consistencia alguna.

Tal vez estoy siendo muy duro con Ad Astra. Claramente tiene buenas intenciones y está tratando de ser diferente. Creo que si quieres una película sobre astronautas que no sea terriblemente tonta y que tenga bonitos efectos especiales, verla no sería la peor opción. Pero si lo que quieres es una historia emocionante con personajes memorables, quizás sería mejor seguir buscando.

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