La mejor política social, un empleo digno

Juan José Pons

Guayaquil, Ecuador

Este, aparentemente, simple axioma de la vida real resulta muy difícil de entender en el Ecuador por todos aquellos que difunden un supuesto discurso social en  todos sus matices y que contribuyen a que NO se dé la generación de ese tan ansiado empleo digno.

Las cifras publicadas ayer por el INEC corroboran este aserto, cae el  EMPLEO ADECUADO que es el que se supone que todos los discursos socialistas defienden.

Este discurso anacrónico,  además de sectario, politiquero, demagógico y populista, evita que en  nuestro país se reforme el código de trabajo adaptando las modalidades de empleo a las necesidades de las nuevas tecnologías y la economía globalizada altamente competitiva basada en productividad y sostenibilidad. De esta manera se vuelve imposible generar nuevas plazas de empleo.

Pero los obstáculos para la generación de los empleos dignos no queda solo ahí, sino que arranca en  el modelo educativo del país, también obsoleto, que prioriza la formación de los estudiantes para carreras académicas, la mayoría de corte enciclopédico universal y de carreras sociales que no responden a la demanda que tiene el aparato moderno productivo en el mundo en carreras técnicas de alta tecnología -no todas necesariamente universitarias.

Y por eso tenemos una gran cantidad de NINIS que salen del colegio y no encuentran cupos en las universidades, ni trabajos en el sector privado, generando una gran frustración y todo los problemas sociales que se derivan de esas situación.

Súmele a esto la ausencia de cultura política y económica en la mayoría del liderazgo del país tanto político, como empresarial, académico y de las llamadas organizaciones sociales y entonces sí, la situación del país se constituye en la TORMENTA PERFECTA del desempleo .

La actual  estructura legal, política y social del Ecuador no contribuye a tener un escenario de largo plazo de crecimiento económico estructural que no dependa solamente de los factores externos como el precio del petróleo. Y no se trata solamente del tipo de moneda que sea la herramienta de pago, sino de las políticas de estado sanas que promuevan la inversión y la producción competitiva y sostenible a largo plazo que son las que generan empleo digno. El Ecuador de hoy NO tiene esas características y, dólar o no, si no rectificamos estaremos caminando al descalabro social en relativamente corto plazo. Debemos  superar el discurso populista del subsidio y facilismos de querer tener todos los beneficios y derechos de un estado de bienestar social sin cumplir con la obligaciones y planes productivos que el pagar ese estado social demanda.

En síntesis una frase: NO HAY GENERACIÓN DE EMPLEO SIN CRECIMIENTO ECONÓMICO SOSTENIDO.

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