La Corte Interamericana reivindica su carácter regional, «no extranjero»

Foto por Agencia Andes.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH) reivindicó hoy en Quito su carácter regional, «no extranjero», sino propio de los veinte países donde tiene jurisdicción, para enjuiciar violaciones a estos derechos.

Su presidente, Roberto Caldas, aseguró que sus magistrados no forman «un tribunal extranjero» en la región, sino el órgano judicial «de la Convención Americana sobre Derechos Humanos».

«Como tal -dijo- tenemos un foro natural en cada uno de los veinte estados sobre los cuales tenemos jurisdicción y por lo tanto este tribunal es propio de cada país y del Ecuador«.

Al inaugurar el 56 Periodo Extraordinario de Sesiones de la Corte-IDH, que se celebrará en Quito hasta este viernes, Caldas resaltó que la Corte «no responde a una agenda política», sino que actúa con «la más alta imparcialidad, independencia, objetividad y autonomía».

Caldas indicó que la Corte Interamericana «no es un tribunal de número de casos y procesos», sino «de personas y nombres» y aseguró que la importancia de los asuntos que enjuicia reside en el hecho de que en sus sentencias determina estándares internacionales en materia de derechos humanos «que dotan de contenido a las obligaciones estatales».

«Son las víctimas de las violaciones a los derechos humanos a quienes nos debemos. Serán siempre escuchadas de la manera mas atenta por nuestro tribunal. Y no nos olvidemos: las víctimas de hoy son los héroes del mañana», apostilló.

El tribunal regional verá en Quito tres casos sobre hechos sucedidos en Brasil, Nicaragua y Perú.

Uno de ellos es el llamado «Favela Nova Brasilia», en el que se enjuician supuestas ejecuciones extra judiciales de 26 personas, entre ellas seis menores, durante redadas policiales llevadas a cabo en Río de Janeiro en 1994 y 1995.

El caso de Nicaragua versa sobre la muerte de Francisco García Valle, esposo de la activista de derechos humanos María Luz Acosta, quien fue asesinado con arma de fuego en su casa en 2002.

Acosta, abogada reconocida a nivel internacional por su defensa en favor de comunidades indígenas, «sospechó que empresarios a quienes se había enfrentado en repetidas veces en el curso de su defensa de los territorios ancestrales indígenas habrían sido los autores intelectuales» del crimen, señaló Caldas.

El caso de Perú se refiere al cese colectivo de 84 trabajadores de la empresa Petroperú, 39 del Ministerio de Educación, quince del Ministerio de Economía y Finanzas y 25 de la Empresa Nacional de Puertos, quienes perdieron su empleo en procesos de racionalización efectuados por entidades públicas.

Caldas subrayó hoy que las audiencias que el tribunal celebra fuera de su sede, en San José (Costa Rica) han demostrado ser una práctica «sumamente provechosa para el conocimiento y difusión de su labor en la defensa y protección de los derechos humanos».

Ecuador, que ha acogido con anterioridad audiencias de la Corte-IDH en 2010, en Quito, y en 2012 en Guayaquil (suroeste) es el país que más veces ha recibido al órgano supranacional, junto con México y Colombia.

En el acto de inauguración del periodo de sesiones, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, demandó un nuevo Sistema Interamericano de Derechos Humanos que sea «digno» y consideró «innecesaria» la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), al tiempo que abogó por dar funciones de promoción de estos derechos a la Corte Interamericana.

Un Sistema Interamericano de Derechos Humanos «digno, coherente, justo y nuestro, más temprano que tarde llegará», dijo Correa.

Correa opinó que «todo está listo» para esa renovación en el sistema porque, «básicamente somos los países de América Latina los que hemos ratificado el pacto de San Jose», pilar del Sistema Interamericano -dijo- «y en consecuencia somos los únicos que reconocemos y nos sometemos a las decisiones de la Corte Interamericana».

El jefe del Estado dijo que no solo es necesario un nuevo Sistema Interamericano de Derechos Humanos, «sino un nuevo Sistema Interamericano» pues, a su juicio, América del Norte y del Sur deben «conversar como bloques».

Y por eso reiteró su idea de que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) debe ser el foro de discusión regional y la OEA el escenario donde la primera converse con América del Norte, porque «el mundo del futuro será un mundo de bloques», agregó. EFE (I)

Más relacionadas